sábado, 8 de diciembre de 2012

Aquí yacen los restos de un ser que nunca conoció a su madre,
aquí yace, el pobre, junto a unos cuantos de sus hermanos,
son pequeños y de piel casi traslúcida.
Pienso que quizás tenían una enfermedad congénita...
Aquí yacen ellos, los olvidados
con sus vidas en pausa
vidas hacia las que nadie sintió empatía...

Aquí yacen, justo en mi sistema, esperando que algunos ácidos borren el rastro

jueves, 25 de octubre de 2012

“… Nos hicieron creer que cada uno de nosotros
es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido
cuando encontramos la otra mitad.
No nos contaron que ya nacemos enteros,
que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas
la responsabilidad de completar lo que nos falta.
Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno":
dos personas pensando igual, actuando igual...
que era e
so lo que funcionaba!
No nos contaron que eso tiene un nombre: anulación.
Que sólo siendo individuos con personalidad propia
podremos tener una relación saludable.
Nos hicieron creer que el matrimonio es obligatorio
y que los deseos fuera de término, deben ser reprimidos.
Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz,
la misma para todos, y los que escapan de ella
están condenados a la marginalidad.
No nos contaron que estas fórmulas
son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes,
y que podemos intentar otras alternativas.
Ah, tampoco nos dijeron que nadie
nos iba a decir todo esto:
cada uno lo va a tener que descubrir sólito.
Y entonces, cuando estés “enamorado de ti mismo"
podrás ser feliz y te enamorarás de Alguien.
Vivimos en un mundo
donde nos escondemos para hacer el amor
aunque la violencia se practica a plena luz del día."
J. L.

miércoles, 24 de octubre de 2012

"EL" día.

Existirá el día acaso, en que algo pueda salir bien.
Yo aún no sé de donde viene pero le tengo previsto, incluso lo intuyo.
Siempre hay algo mal, no hay días de calma entera, y los días en que la calma más se da a notar,
bueno pues en esos días te encargas de sobrestimar un imprevisto.
Sí, no sé de donde viene eso y espero algún día lo puedas notar tú.
No te permites ser, necesitas regresar al desencanto, necesitas regresar al estado de conflicto, y así lo haces, una y otra vez.
"Estuvo bien pero..."
No me agrada la gente que ríe de su miseria, ya he explicado por qué.
Y espero que dejes reír de la tuya.
¿Existirá el día, acaso?
Que seas libre de ti misma. Créeme, nada es más represivo que tu interior.
Ni siquiera aquellos que crees que te controlan, todo eres tú y todo está en ti.
Hay tanto por aprender en esta vida, por parte mía aún no le veo fin a mi aprendizaje (y probablemente nunca lo haga) pero una ayuda no me vendría mal, me es difícil observarme. Es más fácil denotar los errores en otros.
Llevo una hora despierta y puedo saber ya tus respuestas.
Por favor, intenta que esta vez sean más optimistas...

domingo, 14 de octubre de 2012

El regreso.

Cerca más cerca
Tiempo, más tiempo.
Necesito, requiero.
¿Mi edad? La he olvidado.

Tengo una necesidad de atención, tengo celos, tengo necesidad de reconocimiento (¿Acaso no todos?)
Tengo este hastío, y este rechazo, tengo también la empatía que me impongo.
Estoy harta, de ser quién no soy porque sólo así recibo atenciones.
Estoy harta de regresar a mis escondites. Ya no tienes 15 años, por favor, ya crece.

Tengo una sed por el acercamiento, ganas y deseo de unión. Ya no tengo 15 años.
Quiero ser quien he querido. Ya basta de jalar atenciones por dolores y por compasiones.
Estoy harta de ese jugo "vamos a ver quien sufre más."
Me alejo. El "pobre de mi" ha muerto.
Sé que exijo, sé que exijo, sé que exijo.
Es hastío, es cansancio, es un desgaste por gramo, pero dios cuántos gramos ya he acumulado.

Quiero ser aquella que lanza sonrisas, aquella que no tenía esta espesura en grises.
Quiero tener color y los impongo en mi cabello, que triste la demencia
de esa chica que piensa, que unos tintes arreglan la cabeza.
Quiero superarme, quiero entender que hay más que apreciar en el mundo que los dolores propios.
Quiero volar, gente, quiero ser aire, y recostarme en el pasto y en cada hoja de mi árbol.
Quiero estar consciente, de que puedo ser humana sin ser asesina.

Estoy harta de mí misma, de lo que dejo que me pase.
He abierto mi filtro mental y ahora siento y ahora no lucho por mis sonrisas.
Quiero ser la luz que he sido, quiero no volver a caer en este error mío.

Estoy sentada, viendo su abrazo, apenas de reojo, no más que 2 segundos y veo su abrazo.
No necesito más tiempo, en realidad conozco ese abrazo, siempre se dan el mismo.
Es un abrazo compasivo, es protector e indica confianza ¿Por qué conozco ese abrazo?
Ah claro, también lo he recibido. Ese abrazo es unión. Pero no tengo yo ese abrazo. Por eso lo espío.

Pido un refugio, suelto mis amarres, lloro incontrolable y al final regreso a mi árbol;
cada hoja... cada rama... cada raíz, lo entiende.
(Entiendo yo, que este sea uno de los métodos más estúpidos, pero es funcional, es efectivo)
Tengo la necesidad de sentir mi espalda desnuda contra la corteza del árbol
Le pido me calme, por favor, mis suplicas parecen mantras, una y otra vez lo repito.
Él contesta: Respira.

Tengo veinte años, lo pongo con todas sus letras porque hasta que los voy a perder los entiendo.
Tengo veinte años, no soy yo una niña. No tengo porque hundirme en mis sentimientos.
Tengo control de lo que siento y puedo decidir como tomar esta vida.
Estoy en calma, y en calma digo "Los juegos han concluido." Mi vida no se tratará de ellos.
Estoy.
Tengo.
Puedo.
No seré aquella que pide a gritos atención, la atención la daré yo misma a mis adentros, a lo que de verdad requiero. No seré aquella que compite. Si tú decides darle tu vida, será tu decisión y será respetada, si tú decides darle ese abrazo, será tu decisión y una vez más, será respetada. No callaré, pues el incendio quedaría dentro, pero abriré bien las fosas nasales, escuchando el consejo de mi abuelo: RESPIRA.
Y respiraré fuera toda duda, respiraré dentro mi delicadeza,  mis sensaciones.
Pido perdón por ser quién no era, primero a mi, después a ella.
Pido perdón por encapricharme en mis sentimientos, que bien sé me pueden llevar profundo y bello al fondo de esta vida, al término de esta vida.
Procuraré recordar que sólo deberé juzgar mi vida y procuraré ser quien he querido ser.
Fiel a mi misma... no a mis dolores ni mis necesidades, que al fin y al cabo parecieran no tener fin y puedo elegir controlarlas. Fiel a mi misma, a mi calma, he decretado el final de la tormenta.
Quiero ser contigo. Nunca más dos, nunca más una y una.
Quiero seamos. Y por ello empiezo...
Y así es como empiezo.

lunes, 8 de octubre de 2012

Anda a gatas
Y en puntas
Anda a gatas
Así de fácil es perder la personalidad.
He oído hablar de este término, se dice alienación.
Se escribe pérdida.
Soy exactamente lo que no era.
Y lo que era...
¿Qué era?
Anda a gatas... se esconde, anda a gatas y en puntas, peligra.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Me acuerdo

Me acuerdo que era la más pequeña en todo mi kinder.
Me acuerdo que mi mamá me dijo que mi apodo era "la peque".
Me acuerdo que apenas encontré una nota que me hizo llorar mucho.
Me acuerdo que de pequeña estaba llena de temores y paranoias.
Me acuerdo haber odiado a mis padres y a mis hermanos.
Me acuerdo que sólo dibujaba para sacar ese odio.
Me acuerdo que era una adolescente sufrida y exagerada.
Me acuerdo que idealizaba sentimientos, no personas ni momentos.
Me acuerdo que estaba orgullosa de tener buena autoestima.
Me acuerdo querer cortarme y detenerme porque "soy más que eso".
Me acuerdo cuando aprendí de empatía.
Me acuerdo que no fue por gusto.
Me acuerdo conocer a mi mejor amiga en los baños de la prepa.
Me acuerdo que nuestras vidas iban por el mismo rumbo.
Me acuerdo luego, que aún es así.
Me acuerdo ir más allá de los estereotipos y de los prejuicios.
Me acuerdo retar a mi madre y a su pensamiento tan tradicional.
Me acuerdo retar a mi padre y su paciencia hacia mi.
Me acuerdo de las consecuencias.
Me acuerdo cuando lastimo a las personas.
Me acuerdo vivir con esa culpa hasta que me perdonan.
Me acuerdo dejar de sentir.
Me acuerdo que nunca he sabido cuando dejé de sentir.
Me acuerdo que odiaba mi apariencia.
Me acuerdo del asco que me provocaba.
Me acuerdo de lastimarme por no ser quien quería ser.
Me acuerdo que así es como me empecé a identificarme con los demás.
Me acuerdo que mi mamá iba en bici por mi al pre-pri.
Me acuerdo que a veces se tardaba mucho.
Me acuerdo que me sentía terriblemente abandonada y lloraba.
Me acuerdo que nunca superé eso, aún me siento abandonada cuando las personas son impuntuales.
Me acuerdo que soy feliz en la soledad.
Me acuerdo que soy estable.
Me acuerdo que la estabilidad es mi zona de confort.
Me acuerdo que eso es fácil, lo difícil es intentar meterte y en conflicto y salir de ello.
Me acuerdo querer ser escritora, veterinaria, médico, filósofa, voluntaria social, aereomoza y psicóloga.
Me acuerdo que tiendo a obsesionarme con lo que no controlo.
Me recuerdo constantemente que nunca debo dejarme llevar demasiado por algo.
Me acuerdo que desde que escuché "Homeostasis" la he buscado.
Me acuerdo de las crisis existenciales de la prepa.
Me acuerdo que sexto de prepa significó muchos besos y mucho llanto.
Me acuerdo arrepentirme de mis decisiones.
Me acuerdo del sentimiento de añoranza.
Me acuerdo que siempre que quiero, puedo controlar todo de mi.
Me acuerdo que si pienso eso porque tengo buena autoestima.
Me acuerdo que odio pensar que nunca me decepciono.
Me acuerdo que hay batallas que nunca se libraron  en mi.
Me acuerdo sentir la fuerza de mi casa.
Me acuerdo que estar descalza es de los mejores placeres de la vida.
Me acuerdo descubrir cuán poco me conocía.
Me acuerdo que apenas descubrí la magia que guardan las personas.
Me acuerdo por qué descubrí eso.
Me acuerdo que le huyo a las responsabilidades y a los compromisos.
Me acuerdo también, que odio que me digan cobarde.
Me acuerdo por qué surgió el odio a tal palabra.
Me acuerdo de las mentiras que he dicho, pensando en que hago un bien.
Me acuerdo, que han sido porque he tapado errores que lastiman a los demás.
Me acuerdo que a veces pienso que los demás han de pensar que me siento Dios.
Me acuerdo querer decirles que sé que soy una mínima parte del mundo, sólo que yo tengo esperanza.
Me acuerdo que debo ser tolerante.
Me acuerdo que he querido gritarle al mundo que debe madurar más rápido.
Me acuerdo que los errores de los demás nunca me han detenido para seguir creyendo en ellos.
Me acuerdo que empecé a odiar esta fortaleza porque me ha aislado muchas veces.
Me acuerdo haber añorado ser débil y que alguien me cuidara.
Me acuerdo que un día en la primaria, salvé a mi hermano de los que lo bulleaban, sólo los tuve que morder.
Me acuerdo aprender a ver los errores en las personas para intentar comprenderlos.
Me acuerdo fallar muchas veces en mis juicios.
Me acuerdo que compartir quien eres da miedo, mucho miedo.
Me acuerdo todos los días que la muerte es parte de la vida y como tal debo aceptarla.
Me acuerdo que me he rehusado a hacerme daño físicamente aunque mi mente me lo pida a gritos.
Me acuerdo que por eso me escribía en el cuerpo "To write love on her arms." y "Love is the movement."
Me acuerdo que me saltaba clases diciéndole a las monjas que "iba a rezar" pero sólo quería alejarme del mundo.
Me acuerdo que en secundaria era una perra ególatra.
Me acuerdo que eso fue super divertido y estúpido.
Me acuerdo que he cambiado tantas veces mi forma de ser que pienso que nunca tendré una definitiva.
Me acuerdo de ser vengativa, intolerante, valemadres.
Y luego me acuerdo que eso es fácil, cualquiera puede ser vengativo, intolerante y valemadres, lo que cuesta trabajo es preocuparte por los demás, aprender a perdonar y respetar toda vida ajena.
Me acuerdo que llevo AÑOS queriendo ser una persona ordenada.
Me acuerdo que por más madura que me quiera presentar, también tropiezo, y muchísimas veces.
Me acuerdo que a veces la tristeza me seduce y me hunde profundo y bello. Profundo y bello.
Me acuerdo que no me dan celos de las otras personas, me dan celos de los momentos que comparten.
Me acuerdo tener mi propia concepción de lo que es una buena relación desde los 13 años.
Me acuerdo esconderme abajo de mi escritorio para ver si así me sentía más protegida.
Me acuerdo que me sentí avergonzada de haber pensado tal estupidez.
Me acuerdo que me sentí cobarde. Y me odié. Y me perdoné en un segundo.
Me acuerdo mucho del momento en que le canté a mi mamá y ella lloró.
Me acuerdo que yo era de esas que "Querían salvar al mundo."
Me acuerdo que mi primer premisa en la vida es "Ser feliz".
Me acuerdo que eso me lo enseñó Alain.
Me acuerdo que entre las pocas cosas que quería, era a una pareja divertida y que nunca estuviera triste.
Me acuerdo que quería eso porque mi primer novio era depresivo y me dolía estar con él porque nunca logré entenderlo ni ayudarlo.
Me acuerdo que nunca antes había sentido tanta ansiedad.
Me acuerdo que siempre he amado los idiomas y quería ser traductora.
Me acuerdo de las sensaciones y las luces, pero nunca de los detalles.
Me acuerdo de las marcas en su brazo...
Me acuerdo prometer nunca perdonarla.
Me acuerdo de las marcas en mi brazo...
Me acuerdo prometer nunca perdonarla.
Me acuerdo de las hojas y hojas escritas con tal de sacar un sentimiento de mi.
Me acuerdo que no funcionó.
Me acuerdo que nunca he comprendido cuando la gente se "decepciona de la vida".
Me acuerdo que yo siempre digo que mañana será mejor.
Me acuerdo que nunca me había sentido tan feliz.
Me acuerdo que nunca me había tenido que enfrentar tanto y tan rápido a mi misma.
Me acuerdo cuando me enseñaron a mirar con las manos.
Me acuerdo que me enseñaron lo que es ser leal a un amigo.
Me acuerdo de todo lo que he aprendido al lado de mi novia.
Me acuerdo siempre, que soy extremadamente afortunada de vivir lo que vivo ahora.
Me acuerdo que siempre quiero tomar lo que admiro de los demás.
Me acuerdo, que así como tomo lo que admiro, también tomo cosas que no me pertenecen y que me lastiman.
Me acuerdo que dejé de ser víctima hace un tiempo, ya hasta flojera me da.
Me acuerdo que para mi, madurez significa en gran parte saber controlar tus emociones.
Me acuerdo que mi laptop crasheo hace un año y se llevó a la mierda todas las fotos de mi tío.
Me acuerdo que en ese momento quise romper madres y gritar que odiaba el mundo.
Me acuerdo que un día después, soñé con él y supe que aunque no siempre fuera consciente de que tengo su imagen grabada en mi, la tengo.
Me acuerdo que lloré y lloré y todo estuvo mejor, está en mi.
Me acuerdo de una luz roja...
Me acuerdo de su tez en esa luz.

Me acuerdo del Otoño.

Me acuerdo, me acuerdo, me acuerdo, después de todo, creo que si me acuerdo de muchas cosas, ya no diré que tengo tan mala memoria.



domingo, 26 de agosto de 2012

Señoras y señores, yo no aprendí a amar.
¿Amor?
No lo conozco, no sé de eso.
Yo aprendí cosas muy diferentes al amor.
Y más valiosas que el amor.
Yo aprendí a ver detalles (pero no saco un diez, saco un 8, la memoria aún me traiciona)
Yo aprendí a prestar atención a los gestos.
Aprendí (sin querer) a leer.
Aprendí a caminar, a dejar de correr.
Aprendí a voltear hacia atrás.
Aprendí a ir hacia donde todo mundo me dijo que no fuera.
He, últimamente, aprendido a soltar todo aquello que no está en mi poder.
He tenido que entender que no soy el centro del mundo.
He llorado más que cuando era adolescente.
He visto facetas de mí, que no conocía.
Me he conocido.
Me he desconocido.
¿Y ésta, de dónde salió?
¿Amor?
Yo no sé de amor.
Yo sé de esfuerzo y sin esfuerzo.
Yo sé de compartir y de respeto.
Yo sé, ahora, y no antes (nunca antes) de volúmenes perfectos.
De visiones a ojos cerrados.
Podría generar mi tesis sobre un rostro.
Aseguro con todas sus consecuencias que yo no aprendí a amar.
Aprendí, en cambio, de tolerancia, de lealtad, de traición, de obstáculos, de espera.
No he aprendido a amar.
He aprendido a tomar una vida, habiéndola respetado primero para después poderla unir a la mía.
No llores Scarlet, es lindo ¿No lo ves?
Al fin alguien me hizo darme cuenta que no soy el centro del universo.
En mi centro no estoy yo, me han desplazado, perdí mi trono a mi propia lucha, a mi propio reino.
En mi centro hay alguien parecida a mi.
También con 7 letras y un tatuaje.
Es un tanto diferente y no ha llegado al poder mediante la conquista.
Me persuadieron las palabras, las letras, la entonación ¡Ay, la gramática!
Que bien la usó, me persuadió diciéndome que no le interesaba ser reina.
Y ahora ahí se encuentra, en mi centro, a mi lado.
Ella no es yo, ni yo soy ella, compartimos el mismo espacio.
¿Qué es el amor, al fin y al cabo?

"Amar es combatir, si dos se besan 
el mundo cambia, encarnan los deseos, 
el pensamiento encarna, brotan las alas 
en las espaldas del esclavo, el mundo 
es real y tangible, el vino es vino, 
el pan vuelve a saber, el agua es agua, 
amar es combatir, es abrir puertas, 
dejar de ser fantasma con un número 
a perpetua cadena condenado 
por un amo sin rostro; 
                                el mundo cambia 
si dos se miran y se reconocen, 
amar es desnudarse de los nombres."

El mundo cambia, dice el poema. Y así es, el mundo cambia.
Deja de ser tuyo, descubres que encontrar a alguien es tarea de una vida y no unos años.
¿Saben? El amor no se trata de conocer por completo a la otra persona.
Les juro, les juro que de eso no se trata.
El amor no se basa en la confianza, eso es lo que se dice, y están ligeramente equivocados.
No se necesita saber TODO de la otra persona.
Porque si entendieran la palabra "persona" sabrían que persona es universo.
Es infinita, es indefinido/definido, es expansiva, y amorfa, inestable dentro de su estabilidad.
Sabia.
Saber todo no significa conocer a alguien, y creo firmemente que los secretos son necesarios.
Los de ti mismo, los de tus adentros, si no los quieres compartir, está bien.
Saber tus secretos no significará conocerte.
Yo no aprendí amar, señores. Al menos no como se dice que se debe.
Yo no requerí de los secretos más oscuros, ni de las palabras más dulces.
Quizás no amamos como se dice, quizá como se dice está erróneo.
Pero sin duda aprendimos algo.
Y sin duda seguimos aprendiendo, nos seguimos encontrando.
"Brotan las alas en las espaldas del esclavo. 
[...]                                    El mundo cambia
si dos se miran y se reconocen."

domingo, 19 de agosto de 2012

Después de un año.

Tú eres quién eres desde que te conocí. 
Tú has sido y yo no lo he evadido.
Tú eres quién eres, has sido.
Y yo, errada quería el cambio.
No quiero un cambio, no más que el mío.
Estoy mal, en pedir cambios a gente que no sea yo.
Estoy mal y no creo estar bien en un momento.
Porque pido cambios porque así pienso.
Sí, estoy errada. Lo sé.
Y dejaré de pedirlos.
Los demás no tienen por qué cambiar.
Son quién son, quién han sido.
Y yo lo mismo.
Dejaré de meterme en su camino.
Lo digo sin dolo, quiero que sientan que me estoy regañando.
No me estoy regañando, pero sin duda estoy admitiendo el error propio.

"Deja de querer cambiar a los demás, cambia tú, si tanto cambio quieres."
Lo entendí.
Y ahora quiero ponerlo en práctica.
Sean quien son, sé quien eres. Yo de ti, no requiero nada.

sábado, 18 de agosto de 2012

"A veces me parece que oigo decir al vino (que habla mediante su alma, con esa voz de los espíritus que sólo oyen los espíritus): << hombre, amado mio, a pesar de mi cárcel de vidrio y mi cerrojo de corcho, quiero elevarte en un canto lleno de fraternidad, un canto colmado de alegría, de luz y esperanza… "

-Baudelaire-
“Como una ambrosia vegetal llegaré hasta el fondo de tu pecho. Y seré la simiente que fertilice el surco tan penosamente abierto. De nuestra intima unión nacerá la poesía. Y entre ambos crearemos un dios y volaremos hacia el infinito, como los pájaros, las mariposas, los vilanos, los perfumes y todo lo que tiene alas. -Esto es lo que canta el vino con su misterioso lenguaje- "

Baudelaire

jueves, 9 de agosto de 2012

El recorrido de un día.

Ahí va.
Hoy tuve un día -excepcional- raro.
Ayer dormí (o eso intenté) y una sensación negra, espesa me inundaba.
Fue sumamente nuevo. Claro que me he sentido mal antes, pero no asi.
Ese no era mi sentimiento.
Me despiertan y me dicen que mañana me llevarán a un concierto.
De una banda que definitivamente amo, de la que me sé todas sus canciones. Con la que tengo historia.
Y respondo apenas algunas monosílabas.
Si, ajá, ajá, YA VETE.
(Miren nomás que hasta ahora me doy cuenta lo grosera que soy a veces)
Intento, sigo intentando dormir. Veo el celular por última vez y lloro.
Y no sé por qué estoy llorando.
Resuenan las palabras de algún maestro en mi cabeza "Y si se pierde... el sentido... (difuso) ... puedes vivir con hambre pero no sin sentido."
Y duermo.
Suena mi despertador a las 8. Así lo programé antes de mis berrinches.
Y me siento, me siento cansada. Me siento muy, muy pesada e incluso moverme requiere de mi una fuerza de voluntad sobresaliente.
Me odio en ese instante por no tener la voluntad de cambiar mi humor, por despertar como me dormí: derrotada.
Duermo.
Despierto. No puedo.
Duermo.
Despierto.
Me paro al fin, es tardísimo y el tiempo me viene valiendo lo mismo que mis ganas de caminar adelante.
Desayuno y mi hermano me recuerda del concierto.
"Ya no quiero ir a ninguno, ve tú a todos."
Y el nota algo en mis palabras, algo que no está bien. Y me pregunta el por qué.
Queriendo disfrazar la verdadera respuesta que sin duda es mi apatía reciente decido decirle excusas como el horario y que no me molesta el no ir, en mi tono de voz certero y casi dulce. Él me cree.
Después de un rato al fin me baño.
Y en el baño todo parece mejorar. El agua -que escojo fría- cae y me limpia y me llena y me vacía y me vuelve a llenar me abarca y me acaricia.
4 veces me cambio de ropa, raro, por lo regular no me importa que sucede en mis vestimentas y hoy se me hace crucial, no puedo salir si no tengo LA ROPA.
Pierdo el tiempo en una misma canción. La escribo por todos lados.
Encuentro verdad en la canción. Una verdad que duele.
Bueno, ya basta, me harto de mi humor, tan caído, tan pior.
Ya estoy en camino, veo a las personas, ya siento irse el pesar.
Y llego ligera a mi escuela. A encontrar la cara que amo.
A encontrar sus brazos, tan tiernos.  Y especialmente cuando lo necesito, ella decide llenarme de caricias.
Tomo sus brazos como escudo y siento el mundo.
Protegida, en casa, llena, al fin.
Escucho con atención todas las palabras de su amiga, y reviso sus rasgos, cuán bella la encuentro.
Si, me digo a mi misma, estabas equivocada.
Que bella voz tiene, que no corresponde a su complexión, su voz es para una persona más grande, y me encuentro con la sorpresa de que ella lo es, en una o dos frases me deja verlo, grande como su voz.
Que sabia es la naturaleza, pienso en ese momento. Y que bello es apreciar las cosas por su ser y no por mi juicio previo.
Me siento cómoda y ligera, sonrío con sinceridad.
Y río.
Todo es ligero, es bello. Puedo apreciarlo y aprecio el poder apreciarlo.
Llega mi clase, aquí voy en dirección al salón, al que en un momento dejo de caminar. Mis pasos dan un súbito paso a la izquierda y evado la entrada.
Pero tengo que entrar en algún momento. Y tengo que admitirlo, me siento insegura, inestable.
Tomo ordenes, hago dibujos, hago.
Hago, hago, hago.
Aquí viene el punto, hago y llega un momento en que ya no quiero hacer, me come el miedo.
A pesar de que intento que se vaya este estúpido sentir que sólo me retiene.
Busco excusas en el tiempo, y no razono que me estoy traicionando, sólo hago. Hago. Hago.
Me voy. No sé a dónde.
Recurro inconscientemente a este lugar que considero seguro, dónde los árboles ya tienen nombre y el pasto sabe que he estado ahí antes. Donde me conozco.
Y quiero saber qué es lo que me acaba hacer salir a la mitad de una clase.
ASUSTADA.
Quiero saber qué estoy haciendo o por qué hice lo que hice.
Al mismo tiempo me estoy evadiendo, y mando mensajes, me contesta nadie.
Me desespero, siento como sube por mi garganta el azul de las lágrimas.
Que siempre he pensado que vienen del centro de mi pecho.
"No llores, todo va a estar bien." Es lo único que estoy repitiendo.
Ya ni siquiera intento saber que me pasa, sólo quiero no llorar. Y centro toda mi energía en no llorar.
Subo, espero encontrar el apoyo para no caer. Subo escalera.
Una, dos tres, llegué.
Veo justo lo que no quería ver "una situación comprometida". Yo sólo busco apoyo.
Tomó a esta mujer, que se alegra de verme y que yo adoro. Me pregunta ella
-¿Cómo estás?
Y decido no mentir, "Frustrada" es lo que contesto.
-¿Por qué?
Y aquí es cuando todo se vuelve más difícil, por qué intento decir cosas, intento formular las oraciones y de mí sólo salen respiraciones cortadas, palabras clave "maestra" "pánico" "clase" "no sé".
Recuesto mi cabeza en su hombro, pero mi respiración sólo se acorta más y más, siento el mareo, y mi mente grita "RESPIRA" y juro, juro que eso intento, sólo quiero respirar, dejar de llorar.
Pero más que el intentar recobrar el aire, más que cesar las lágrimas, estoy asustada, por qué no sé que me está pasando. Por qué no entiendo porque no puedo controlar lo que siento.
¿Por qué no puedo controlar algo tan simple como mi propio respirar?
Al fin me sienta ella en una banca y acaricia mi cabello y me abraza como protegiéndome de algo.
Y mis energías están todas en seguir la respiración de mi amiga para calmar la mía.
Poco a poco lo logro. Cuando al fin me siento calmar me doy cuenta con la fuerza que estoy apretando el brazo de mi amiga. Lo libero de a poco. Me siento tan confundida de no controlarlo como siempre lo he hecho.
"Pensaré en eso luego" Pues claro, lo último que quiero es provocarme otro ataque.
Tengo que entrar a otra clase, dónde no me convence el discurso ni la maestra, me convence lo que ofrece.
Me quedo.
Agradezco por última vez a las manos que hicieron surgir mi calma, que rizaron mi cabello como de madre a hija, que me hicieron sentir protegida. Y la última frase es la que se guarda en mi mente: "Si me asusté un poco, nunca te había visto así." Y siendo coherentes con esta historia, yo tampoco nunca me había visto así, yo también me asusté.
Ahora tengo que explicarle a los brazos que amo lo que sucedió. Pero siento como la energía cambia.
Se que ella piensa a veces que no necesito nada. Y está equivocada.
Me cuesta a veces abrirme cuando sé que cambiará la energía. Cuando sé que pensará que no fue suficiente o que no fue ayuda.
Cuando sé que por decir cómo me sentí borraré su alegría. Pero no me lo guardo, si ella me pregunta tengo que decirlo, a ella no le voy a dar la voz "casi dulce" a ella no. Si con alguien tengo que ser sincera, es con ella. SIEMPRE.
Lo último que quiero es transmitir esta energía, tan pobre y tan confusa. Con niveles apenas perceptibles de movimiento.

Aún no acaba el día, pero lo que se movió hoy parece el trabajo de mil años.
Estoy bien, después de todo.
Y después de todo, tengo quién me cure.
Quizás mañana pueda entender un poco más, pero por hoy, creo que me quedo con la satisfacción de sobrevivir.
Quizás a veces eso se necesita, un golpe que me haga apreciar que estoy viva y que puedo volver a apreciar las cosas desde cero, quizás... quizás este no es tropiezo, quizás es avance. Quizás vendrá algo.

"Me gusta ver tu muro, y saber que sigues igual de linda, que eres una mujer exitosa y que tendras el mejor de los futuros, te amo siempre, besos."

Por lo regular me molestan esas personas que viven en el pasado, que añoran regresar sin pensar que lo que viven ahora pueden hacerlo mejor que ese pasado, que pueden disfrutarlo más, odio que no dejen ir las cosas, odio que se aferren. Por lo regular...
Pero ahí, justo ahí cuando me dijo "¿Recuerdas cuándo yo tenía 17 y tú 16?
Justo ahí, sentí melancolía, el querer regresar a cuanto amaba sentir su presencia y su calor. Sus manos. 
Quizás odio tanto todas estas personas que viven en el pasado justo porque no quiero ser una de ellas.
Porque el pasado también me llama, también me visita la melancolía, también siento, también quiero. Pero yo, yo nunca desperdiciaría mi presente en dolerme por horas por algo que ya sucedió.
Me levanto. Me voy.

I guess is just my stupid luck


I can shuffle cut and deal
but i can't draw a hand
i can't draw a lot of things
i hope you understand
i'm not exceptionally shy
but i've never had a man
that i could look straight in the eye
and tell my secret plans
i can take a vow
and i can wear a ring
and i can make you promises but
they won't mean a thing

miércoles, 1 de agosto de 2012

Es como si un gran destino dependiera de no salirme del camino.
(Y siento a veces el peso en mis hombros y quiero tirar esta carga)
No Scarlet, no toques la melancolía.
Como si pudiera derretirme el primer toque.
No Scarlet, no dejes de sonreír.
No esparzas la tristeza.
No te acerques a las palabras "Rendirse"
No des un paso más allá del camino.
No toques si quiera, la acera vecina.
No Scarlet.
No.

miércoles, 11 de julio de 2012

¿Qué se siente estar muerto?
¿Para qué sufrimos?
¿Hay aprendizaje en el dolor?
¿Hay enseñanza escondida?
Dígame alguien ¿Después de sufrir, te llueven respuestas?
¿Ves las cosas más claras?
¿A dónde tienes que mirar, derecha o izquierda?
¿Qué se siente estar muerto?
¿Los hoyos en el pecho por qué nacen?
¿Qué jalan dentro de tu organismo?
¿De donde nace el vacío?
¿Que se siente estar muerto?
No quiero saberlo, mi corazón aún late...

jueves, 5 de julio de 2012

*se da por vencida*

Pero sin el sentimiento de derrota.
Quizás esperé demasiado.
La gente no tiene porque llenar mis expectativas.
Nadie tiene que caminar más rápido sólo porque yo camino rápido.
Y no quiero obligar a nadie (Ni puedo, para ser sinceros y bajarme de la esfera del ego)
Discúlpenme pero en esto soy irreductible.
Quiero alguien que me rete intelectualmente, que me platique de sus esperanzas.
Que quiera un futuro. Conmigo o sin mí. Pero que vea al frente.
Alguien con determinación.
Eso quiero. Quiero construir. Edificios o recuerdos o momentos o intelecto.
O teorías.
Quiero gente apasionada. Que se emocionen cuando me hablan de lo que hacen.
Que sonrían y se pierda su mirada.
Quizás sí, esta cuenta como una de mis idealizaciones.
Pero esta vez, no me importa.
No voy a dar un paso atrás.
Quiero gente que me haga sentir que puedo sacarle más a la vida.
Que me intrigue. Que me haga pensar. Que me meta en conflictos.
Esa vida quiero.
Quiero madurez. Exijo crecimiento.
Sí, exijo.
Y de esto no me voy a disculpar. Porque lo exijo porque quiero una vida que avance.

Esta entrada dice *se da por vencida*
Porque de verdad he parado. No con mi vida, sino con la de los demás.
Me enseñaron que no debo cargar con el equipaje de los demás.
Y eso hago. Voy a dejar de esperar de los demás.
Voy a caminar y desear que los demás caminen conmigo...
Pero no retrocederé nunca por nadie más.
Podré pausar, o aligerar el paso, pero nunca retroceder.
Y voy a esperar que los demás caminen conmigo.
No estoy para acarrear, ni los demás para soportar mis problemas y mi obsesión de querer salvar el mundo persona por persona.
(Y espero esta vez cumplir.)
Vamos a avanzar...
ARRRRGHHH
Que ganas de gritar.
Ya fue suficiente.
¡Súbete al bote conmigo!
Emprende este viaje conmigo.
Ya deja de escudarte en tus costumbres.
Ya déjalas ir.
Sé que no es justo lo que pido.
Sé que no justo pero por favor.
Emprende el viaje conmigo. No me hagas retroceder.

Every cell in the human body regenerates, on average, every seven years. Like snakes, in our own way, we shed our skin. Biologically, we’re brand new people. We may look the same—we probably do. The change isn’t visible—at least not in most of us—but we’re all changed. Completely. Forever.
When we say things like ‘people don’t change,’ it drives scientists crazy. Because change is literally the only constant in all of science. Energy… Matter… It’s always changing. Morphing. Merging. Growing. Dying.
It’s the way people try not to change that’s unnatural. The way we cling to what things were instead of letting them be what they are. The way we cling to old memories instead of forming new ones. The way we insist on believing, despite every scientific indication, that anything in this lifetime is permanent.
Change is constant. How we experience change… that’s up to us. It can feel like death. Or it can feel like a second chance at life. If we open our fingers… loosen our grips… go with it… it can feel like pure adrenaline. Like at any moment, we can have another chance at life. Like at any moment, we can be born all over again.

Statemente of life. (Merely in time for a fix up)

I'm going to say this once. 
And then I am not going to say it again. 


I'm not broken. I'm not some psychodrama.
I'll fight to get up from every situation.




And i like it that way. I don't want it to change.


I'm sick of being a vicitm in the story i'm writing with my bare hands.

jueves, 21 de junio de 2012

No quiero un reconocimiento
ni una exposición.
Creo que, al final del día, sé que hacia allá es justo hacia donde no quiero que vaya mi vida.
Claro que me gusta mi carrera.
Claro que pienso seguir creando.
Pero yo no quiero un título, un premio.
Yo quiero tocar corazones.

Ya basta de ser quien no soy.
Por un tiempo disfrute sentirme la víctima.
Pero no lo soy.
Ya basta de ser quien no soy.
De sentarme en la comodidad de la compasión.
Si quiero llegar alto... si quiero llegar.
Si quiero seguir caminando, tengo que volver.
Y tengo que deshacerme de estos hábitos adquiridos.
Por empatía, por amor, por distraída.
Por lo que sea.
Se van. Digan adiós.
Son las 4:15 de la tarde.
Hace más de 6 horas que desayunamos.
Mi papá ya sacó la comida.
No la ha calentado, sólo está afuera.
Se sienta a ver una película.
Yo bajo y caliento y como; tenía hambre.
Y él sólo espera a que llegue mi mamá para comer con ella.
Para que no coma sola ella ni solo él.


Bigos entiende el matrimonio.

martes, 19 de junio de 2012

Hoy me siento bien. Lúcida como pocos.

Es como entrar en coma...
Así, con ojos abiertos.
No estoy muerta... Aún no.
No quiero decir que estoy mitad muerta, pero, un día me bastó.
Es suficiente tenerte lejos por tres metros.
No hay ansiedad.
Es un estado de coma.
Regresame mi vida, sola. O quédate.
O quédate.
Quédate.
Esta es la peor declaración que he escrito, porque estoy escondiendo todo en metáforas
y diálogos locales. Ping pong. De me conciencia a mis dedos.
Este descontrol controlado de no tener nada y tenerlo todo.
De mirar como caminas.
De mirarte mientras partes.
Y así partiendo te llevas mi vida.
Y me dejas en coma.
Quiero vivir. Ven. Quiero vivir.
Estoy
tan
perdida
dentro
de
este
amor.
No estoy ciega, sólo veo en grises en tu ausencia.
He reaccionado con toda emoción existente ante este amor. Con enojo, con miedo, con euforia, con delicado cinismo, con alegría, con celos, con bienestar. Ha movido todo dentro de mi, toda mi estabilidad y de a poco mis barreras. Mi todo. He cometido tantos errores. Tantos. Y todos sin justificación, sólo son reacciones. Lo siento, no quiero manchar esto.
No quiero ver en grises, quiero violetas.
Quiero luces y destellos.
Y prefiero tu peor día que mil otros de alguien.
Te prefiero. Te quiero.
Estoy tan dentro, de este amor.







martes, 12 de junio de 2012

¿Qué es lo que pasa?
Muchas veces me pregunto esto.
Cuando no hay explicación. Dentro, todo se mueve.
¿Qué es lo que pasa?
¿Por qué estas reacciones?
¿Reacciones a qué?
No entiendo...
De verdad, no lo entiendo.
No me deshacen, pero por dios, juro que a los 18 tenía más estabilidad que ahora...
¿Qué pasa?
No quiero irme en suspiros...






Idealizar. Debo dejar de idealizar.

domingo, 10 de junio de 2012

Suave como la brisa.
Apenas perceptible.
Necesitas activar los sentidos, necesitas, sobre todo, poner atención.
Así es la belleza, la verdadera.
No es por momentos, está ahí siempre.
Acaba de cumplir los dieciocho años.
Hay que encontrarla.
Hay que admirarla.
Como girasol, ver como crece, ya llegará pronto a sus dos metros.
Dos metros de luz.
Girasol, violeta. 
Flor. 
A tantos kilómetros de mis brazos. A pocos centímetros de mi corazón.


Te quiero (de veras te quiero).
Odio a las personas que hacen cínico su sufrimiento.
Lo odio. Las odio.
No hay manera de ayudarlas, todo es "Jajaja me siento tan mal"
JA JA FUCKING JA
Razón tienen en reírse, la risa cura.
Pero el cinismo... el cinismo... AH.
Me puede.
Me dan ganas de tomar su cabeza y estrellarla.
SIGUE RIENDO.

Lo odio en ellas porque lo odio en mí.
Lo veo en los demás, claro. Pero sé que también está dentro de mi.
Y por eso lo odio.
Por reflejo.
Lo odio en mi. DEJA DE REÍR.
Es la salida más fácil, reírse de uno mismo. Mandar toda sensación real y acorde muy lejos.
Deberías estar pensando en como salir.
Deberías estar pensando, solucionando, buscando.
De verdad me desespera.
Me enerva.
Me encoge los puños y me agranda las pupilas.

¿Se nota que regresó mi psicólogo favorito?
¿Se nota que regresó el conflicto?

martes, 5 de junio de 2012

Que se acabe la nostalgia.
Que se acabe la tristeza.
Que se acaben los muros.
El caos y el drama me parecen aburridos.
Es lo que menos admiro del mundo.
Que se acabe esta constante hazaña de sobrevivir al mundo.
Que disminuya, que se desvanezca.
Yo no soy de las que adora. Soy de las que vive.
No creo en los ideales, creo en las acciones.
En la calma, en respirar.
Que pare el amor al desasosiego. Quiero momentos donde el aire es lo más denso en mi cuerpo.
Declaro mi guerra contra la adoración a la nostalgia.

Quiero la mentalidad que sabe por y para donde.

Basta de este chantajismo emocional.
Saber medir el tono de voz para encontrar atención.
Me importa, claro que me importa.
No estoy diciendo que me he cansado, no estoy escribiendo que me doy por vencida, mucho menos que abandono.
Estoy escribiendo que me importa.
Estoy escribiendo que me importa.
Que le dedico horas.
Que estoy dispuesta a desvivirme.
Pero no soy yo médico ni enfermera.
No tengo ni la habilidad primordial.


Me duele la garganta.
Dejaré de fumar.

domingo, 3 de junio de 2012

Alguien tráigala.
Déjenme abolir su ausencia programada.
Alguien...
                    por favor.
Haga que el tiempo escurra.
Antes de mi amanecer, ella es mi sol.
Ella es mi luna antes de la noche.


Suerte de loco, que es encontrarla.
Perdida entre el mar de gente, logré identificar su cabeza.
Torre de palillos.  Poco he de esperar,
para el resto de mi vida.

sábado, 2 de junio de 2012

10 días.

Veo palpitar mi mano.
Veo como en el centro de mi mano, justo ahí donde cruzan todas esas líneas.
Veo un bultito.
Y palpita.
Y se guarda.
Tengo un corazón. 
Y respira por sí solo. Se alimenta de mi y crece. Crece.
UNO
Este no es un miedo.
Por lo tanto se queda aquí, no se canaliza a la otra plataforma.
La cagué monumental.
Y no hablo del hecho ocurrido. La cagué dentro de mi.
Me regocijo siempre de contar con cero remordimientos.
Que eso y sus reglas morales a mi no me hacen. Que les paso por encima.
Yo tengo una concepción del mundo diferente. Estoy en él pero muchas veces no juego con sus reglas.
Juego con las mías. Me las invento y me enorgullezco.
"Esto sí puedo hacer, esto no."
Si no me hace sentir mal, no paro.
Si no me hace sentir mal.

DOS
No me escuché, no me fui fiel.
Duele sin deshacerme.
Topes en la cabeza.
Mal. Mal. Mal. Mal.
Me duele el estómago.

TRES
Este es el final de la ronda.
¿Qué número de ronda? Ya ni recuerdo.
Este es el final.
A madrazos llegué al final, a patadas.
Con remordimientos llegué al final. ¿De dónde salieron?
De mi recién descubierta parte insensible.
Pensarlo me marea.


MIEDO.
El ya conocido miedo.
Que en el inconsciente se guarda después de tantos meses de rogarle que saliera.
Miedo. Que saliera, les digo, le dije que saliera.


CUATRO
Esta fue la última vez. Dicen "Nadie sabe lo que depara el futuro"
pero me indigna pensar que no soy yo quién elige el destino.
Esta fue la última vez.
QUIERO VOMITAR. MI COMPORTAMIENTO.
QUIERO VOMITAR MIS ERRORES.


CINCO
La letras son engañosas, amores.
Yo estoy bien.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Soñé que le decía:
"Mira wey, si quieres ya salir de ahí, puedes hacer dos cosas: decidirlo y decidirlo. Siempre es la misma historia y todos se regocijan en su derecho a sentirse miserables y a reclamarselo al mundo. El mundo no tiene la culpa. NADIE LA TIENE. Deja de sufrir por las cosas circunstanciales. Ni tú ni yo elejimos a nuestros padres. Ni tu ni yo elegiremos cuando morir y debido a que. Deja de sufrir."
Y él lloraba y lloraba... y lloraba.
"No puedo" me dice.
Y yo le decía: "Si puedes. Sí, lleva tiempo, lleva tiempo, lleva tiempo, lleva tiempo, hoy."
Y luego cambia la escena y todo es negro.
Y sólo puedo escuchar mi propia voz.
"Empieza hoy."
Me despierto y me desconcierto. 
La voz sigue ahí.

Yo sé que los sueños son míos y todos los personajes en ellos soy yo. Yo y mi reflejo. Los sueños son el lugar más ególatra del mundo. Algo habría que aprender de ellos. 
A alguien tendría que escuchar con más atención. 
A mi. 

(Resulta que sleep de GYBE es el mejor soundtrack que he encontrado para escribir.)

martes, 22 de mayo de 2012

Para ti.

No tengo idea de como hacer salir las letras...
hoy, me pesan, dentro...
Y quiero sacarlas, en forma de algo que reluzca, que brille.

Pe ro me cue s ta tan to, me
pesan
tan to.

Tengo en mi mente la cara de una mujer.
Es hermosa y llora.
Llora y sonríe cuando seco sus lágrimas. Toco su cabeza.
Es increíble lo que me está contando con sus manos antes de que su boca siquiera comienza a formular frases.
Siempre hago esto cuando alguien me abre parte su alma...
Escucho con atención, como si estuviera leyendo las palabras que salen de ellos... a veces parezco distraída y es con nula intención, es que leo en el aire cada palabra, tratando de que en el texto completo se subrayen en amarillo las claves para entender esto.
No digo una sola palabra mientras hablen. Una sola.
Cuando acaban de hablar, miran mis ojos, buscando respuesta, la solución. Y me hace sentir tan mal el no poder decir "Ve y reza diez padres nuestros y dos aves marías y tu vida regresará a ti."
Nadie puede...
Tengo que decirle la verdad, que no hay nada que yo pueda hacer por ella, que esas batallas suceden de la piel hacia dentro y ahí no puedo entrar.
Amo las lágrimas, creo que es de los pocos lugares en los que uno no se puede mentir, ni a los demás nia sí mismo. Cuando hay lágrimas, hay verdad. Y las agradezco.
Estoy enojada, porque no debería existir este sentimiento. Declaro la guerra en cuanto ella lo expone.
Porque ella no lo merece.

Esta es la primera vez que hablamos de algo como esto.

"Me cuesta muchísimo trabajo hablar de estas cosas" (Lo veo)
"Nunca, hablo con nadie..."

Le doy las bases. Hablo por horas, literalmente horas... Muere mi reloj. Que me importa...
La garganta se reseca y tomo de un jalón mi té de menta. A lo lejos veo a un amigo, una vez un amor. Que me importa...

Que
me
importa

Me importa ella.
Nadie nunca le dijo que sí, todos nos sentimos mal, a todos nos avientan pedradas.
"La gente puede ser muy cruel... podemos."
"Lo somos." le respondo.
Nadie le avisó, que para construirse necesita un piso propio y no uno impuesto. Ni regalado.
Cuando el piso es tuyo, tu sabes a quien dejar que lo pise, y con qué zapatos.
Cuando el piso te lo dieron, todos entran y salen con botas y con tacones y lastiman y marean.
Ella sabe el problema "Tengo que trabajar en eso."
Lo sabe pero no sabe cómo. Le doy mi sonrisa. Le digo cómo hacerlo.
Le digo, aunque ella lo sepa, que vale la pena.
Que para dejar de sentirse mal, hay querer dejar de sentirse mal.
Que todos tenemos heridas, pero hay que superarlas.

Voy a subrayar superarlas. Porque parece que todos lo saben, y todos lo entienden, y NADIE LO APLICA.
Superar las cosas no es guardarlas para que cuando me sienta mal, pueda sacarlas y sentirme peor.
No significa "Voy a olvidarlo para sentirme bien en este momento pero en tres semanas o tres meses me voy a preguntar por qué la vida me trata tan mal, y me sentiré mal de nuevo. Entonces lo guardaré de nuevo, para sentirme bien, una vez más. Y en tres meses... o seis... lo encontraré o por casualidad llegará a mi cabeza, y pensaré ¿Por qué carajos la vida me trata tan mal? Y como un edificio mal construido me caeré... Pero tengo cemento, cemento de olvido. Y lo aplico en las grietas. Y lo olvidaré... No lo enfrentaré. Lo olvido, así hasta que dentro de unos meses... o unos días, vuelva a caer en el círculo."
Así se pierden años de vida... En el círculo.
Así se pierden vidas.
Nadie les avisó que para salir del círculo, hay que decidir algo. Algo primordial.
"Renuncio a mi zona de seguridad. Dónde me siento mal y me doy licencia para seguirme sintiendo mal por mucho más tiempo. POR QUE TENGO RAZONES PARA SENTIRME MAL. Es mi derecho sentirme mal."
Renuncio a tener excusas para hacerme sentir mal.
Cuando comience el círculo, lo único que tendré que hacer es:
Sentirme mal, saber que está bien sentirme así, pero no olvidarlo, no guardarlo. Enfrentarlo. ¿Puedo arreglarlo? . ¿Puedo detenerlo? . ¿Puedo hacer, que deje de doler? .
"Esto pasó. Y dolió. Pero es momento de que lo deje ir. No sé por qué fue así, no sé porque a mi, no sé ni lo sabré... Es momento que lo deje ir... Por mi, por mi bien. Por mi. Perdonar a quién me lastimó, por mi.
Ya pasó, y quiero seguir..."



domingo, 20 de mayo de 2012

бесконечный


infinito, ta.
(Del lat. infinītus).
1. adj. Que no tiene ni puede tener fin ni término.
2. adj. Muy numeroso o enorme.
3. m. Lugar impreciso en su lejanía y vaguedad. La calle se perdía en el infinito.
4. m. En una cámara fotográfica, última graduación de un objetivo para enfocar lo que está distante.
5. m. Valor mayor que cualquier cantidad asignable.
6. m. Mat. Signo (∞) con que se expresa ese valor.
7. adv. m. Excesivamente, muchísimo.



Hay algo en esto (y en ella), algo que quiero recordar por siempre. Y no es que no confíe en mi memoria (que bien, todos sabemos que mi memoria a veces apesta) pero, en realidad no sé cómo explicarlo. Hay algo en esto, en mi, que quiero que se quede.
En esta edad. El próximo año habré mudado por completo el paquete de huesos con los que crecí en la adolescencia y mi última infancia. Hay algo que cambia y cambiará.
Dentro, hay algo que espero que permanezca.

Es enorme, de un azul nuevo. Una inundación. Una sobresaturación de blancos.


A veces siento que los momentos compartidos son una película, y el trailer de esta aparece en mi mente sin aviso previo. Y puedo ver su sonrisa, su espalda, su gesto, en cámara lenta el como se acerca. Puedo ver, la montaña enana en la que reposamos viendo las luces.
Esta no es una representación visual de un sentimiento, es la experiencia indirecta de ello.
Hay algo, que resuena en mis latidos, que me corta el aliento, acelera todo proceso y convierte el tiempo, es algo como una esfera y es casi como si la pudiera tocar; es de ese blanco del que era la luz cuando estábamos en la burbuja.
Es algo único, es bello, no tengo idea de que es.
No tengo idea de como creas o creamos eso y no tengo palabras para describirlo... pero está ahí.
Por alguna razón se que esa esfera es lo que debo cuidar, es algo preciado, un tesoro. Hay algo que me dice: "Esto es lo que has estado buscando." Y me siento afortunada, de tenerlo a los 20 años.
No estoy en la cumbre, pero lo que encontré es perfecto. Y no pienso detener mis pasos, ni hoy ni nunca.
¿Por cuánto lo quieres recordar? Infinito.
¿Hasta cuándo lucharás? Infinito.
¿Fecha límite? Infinito.
¿Cuánto la amas? Infinito.




Hay algo en este momento, dentro.
Cuento con algo, en este momento, dentro.


La esfera es del blanco de aquel día, la esfera brilla.
Dentro.
Esperanza, dentro.


No tengo muchas razones, tengo sí, muchas seguridades. Tengo el sentimiento de lo correcto.
Tengo el discurso interno. Tengo sí, mil razones. Pero no las necesito.
Sigo siendo una contradicción, tal vez sigo cayendo. No he terminado de crecer. Tal vez no busco el estadío de lo perfecto. Pero nada de eso importa, al menos no a mí.
Encontré.
Y cambiarán las estaciones, el viento, el sol, las nubes. Pero esto, esto se queda.
Esto se guarda. Se protege. Se ama.
CON TODA MI VIDA. 





Eso es el infinito...




"If the doors of perception were cleansed everything would appear to man as it is... INFINITE."

miércoles, 16 de mayo de 2012

Esta es la primera y única entrada que haré en este estado de extrema sensibilidad.
(O como se llame, o como lo quieran entender.)
Me quiero deshacer en llanto.
No me estoy ahogando en dolencias. Nadie me ha lastimado.
Pero me quiero deshacer en llanto.
¿Por qué?
Alguien ayúdeme a responder.
Estoy sintiendo...
El hermoso recorrido de las emociones por mi cuerpo, estoy sintiendo. Agrietan mi armadura, mi persona, mi máscara, con la que combato el mundo.
Las cosas, me llegan. Impactan directo a mi alma...
Ya no hay muro que las contenga...

Esta es una mujer de palo, con maderas de antaño, con remaches, con parches. Mi madera no se quiebra, pero existen gubias para trabajarla. Mujer de alambre inoxidable.


Por si no lo sabían, arriba de mi cabecera pinté con azul el signo de infinito, ilumina mi cuarto blanco. Hoy desperté y el azul había cambiado con la luz del amanecer, era casi fosforescente. Ilumina. Es la mejor decisión que he tomado en años, no importa que sea ahora, en mi cuarto, en mi cabecera, estoy segura.



viernes, 11 de mayo de 2012

De los días olvidados y las experiencias en pausa

Una de las cosas que más me dolió (y me dolió en el ego) fue leer en uno de mis tantos apuntes de pedagogía (Creo que es obvio en que clase) la siguiente frase:

 "Si me quieres te quiero, pero solo mientras estés conmigo. Si no estás conmigo, no te quiero. Eso no es amor."

Me llegó como flecha al pecho, me desangré a momentos. Y qué bueno, que pude derrochar la sangre tibia y sucia del ego.
Es tan cierto. Es tan cierto.
Que difícil es encontrar amor entonces. Amor puro. Que desde donde estés y con quién estés se sienta. Claro que no es tarea fácil dejar ir a quien amas pero, quizás si es tarea fácil. Quizás sólo hay que acordarse de que en sentimientos no hay propiedad privada. A mí no me pertenece nadie y sobre nadie he de regir. 
Hay que sentarse un rato en el pasto y saber que el momento que escurre entre susurros es el que tienes que estar valorando. 
¿Por qué nos costará tanto aceptar la felicidad ajena?
Quiero pensar que es añoranza, es un "llévame contigo, yo también quiero ser feliz."
Pero (claro, hay un pero) no hay manera de encontrar la felicidad si no buscas, sin guía, sin mapa, sales y buscas, por ti y para ti, tu felicidad pocas (o nulas) veces será la mía. Por eso no te puedo llevar, porque mi camino y el tuyo desembocan en diferentes ríos.  Te acompaño. Tomo tu mano y no te suelto, pero la caminata es tuya.

¿Crecer? Una vez me dijeron, que crecer es hacerse cargo de uno mismo.
"Que cada quién se haga cargo de sí mismo" me repitieron por ya -casi- dos años.
Y aún no encuentro mejor filosofía que esta frase tan simple. Hazte cargo de ti mismo.
No puedo cargarte, puedo acompañarte. Hazte cargo de ti mismo.
Hazte cargo de tu felicidad. Crece. Madura. Hazte cargo de tus días, de la manera en que respondes a tanta agresión del mundo exterior. 
"Hazte cargo de ti mismo" lo engloba todo, ni siquiera tengo que hacer de nuevo la anotación de que necesitas cambiar tú para cambiar a tu entorno. 
Sé cuán ingenuo suena todo esto, quizás, para quien no me ha escuchado antes hablar de la actitud que se tiene que tener frente a la vida. Quizás porque nunca hablo de eso. Sólo se queda en mis pensamientos.
Bueno, por una vez quisiera hilar ideas y hacerlo externo.
Yo no creo en la suerte, pero la agradezco. Yo estoy consciente del mundo, que gira a mi lado y que la mitad se anda deshaciendo. Pero eso no me quita esperanza. Si cambio yo, cambia mi entorno. Son hechos simples, respondo las agresiones con entendimiento, me mantengo seria, no es mi intención el arrepentimiento sino la reflexión ¿Ven, que importante es?
La reflexión.
Yo miro a los ojos, y pido explícitamente que necesito ser escuchada. Y hablo, con palabras bien escogidas, no quiero lastimar, quiero reflexión.
"Mamá, no me importa lo que tenga que hacer o por lo que tenga que pasar, si me vuelves a lastimar así me voy a ir." 
"Jajajajajaja ¿Y a dónde vas a ir?"
Eso es justo lo que estoy tratando de decir, no tengo a dónde ir, no sé a dónde ir, y más importante, no me quiero ir. Pero tampoco quiero ser esa persona que se "adapta" a un estilo de vida hiriente. Yo no quiero tener que soportar llorar en la noches ni armarme de canciones y fortalezas psicológicas con tal de que el dolor que me provocas penetre en mis adentros.
No quiero vivir una filosofía vacía. No me quiero ir, pero me estás lastimando.
Por favor, escucha un momento, no es un dolor en la cabeza, es un dolor real, que puedo sentir en los huesos, puedo sentir que se me escurre de las manos la esperanza. Eso es lo que está pasando. No está en mi mente, lo estoy viviendo. Estoy apagando de a poco la energía que reservo para disfrutar la vida. Esta casa no me guarda, me siento pesada en ella, que no quepo. 
Esto es lo que intento decir: no me quiero ir.
Y tampoco quiero que te sientas culpable, quiero que entiendas que hay soluciones. Que sí, está también dentro de tus manos el poderme ayudar. Porque sé que no eres tú a veces, es tu ira. Es tu frustración acumulada en años y en sucesos insignificantes diarios.
Pero está dentro de ti, dentro de ti decidiste que estaba bien sacar esa frustración contra mi y contra esta casa, contra tus hijos y contra tu pareja. Que era un alivio y que es tu derecho el externarlo.
Es algo que puedes controlar, es algo que puedes decidir enteramente, antes de perderte en tu ira hay un segundo, es sólo un momento y es el único que puedes tomar antes de ese camino sin regreso. En ese momento decides no sentirte acorralada por tus sentir, decides que no quieres lastimar, ni a los demás ni a ti misma. Es el único momento que tienes para abrir los puños y dejar que entre la calma. De a poco serán dos momentos, luego tres, luego un control entero.
Si decides tomar el momento, podemos platicar. Puedo decirte que es lo que estás haciendo que me lastima y puedes hacer lo mismo conmigo. Puedo ser sincera con esa persona, con la que escoge la calma, con la que escucha y le puedo decir "Necesito sentir que me apoyas, quiero que me digas que voy a estar bien, por favor, sé por un año más mi protectora, mi escudo, dime que voy a mejorar, que puedo mejorar, eres tan importante para mi que tan sólo tus palabras pueden sanar mis frustraciones. Cree en mi, en mi benevolencia."
Y tu me puedes decir con toda sinceridad "Estás haciendo mal, no estás haciendo lo que yo quiero, yo quiero que me tengas más consideración, yo quiero que te preocupes también por tu casa. No sólo por tu escuela. Te apoyo, pero apoyame también a mi. Pregúntame cómo estuvo mi día, invítame un café. Abrázame. También lo necesito. No importa mi edad, aún tiene un peso muy grande si alguien confía en mi, si alguien se da cuenta de todo lo que hago por esta familia. Si alguien ME AGRADECE."

Después de estos días decidí abrazar a mamá cuando veo su cara cambiar, cuando la quiero abrazar, cuando veo que lo necesita. Le digo que pasó en mi día y le cuento de mis amigos. La trato como un inquilino con el que tengo que ser amable y considerada, es el inquilino más especial de la casa. Le pregunto de su día, cómo si nunca antes la hubiera conocido. La verdad es esa, conozco a mi madre, pero a la persona que era antes de ser madre apenas la reconozco. Le pido me platique su historia favorita, su recuerdo favorito. A veces le hago preguntas y ella sonríe y me responde, sabiendo que aún sabe mucho más que yo. Muchas veces la veo con asombro cuando cocina, y siempre doy las gracias cuando acabo mi plato. Le pregunto ¿Cómo lo hiciste? ¡Dime tu secreto! Y así con pequeños pasos es que construyo una relación que pensé se había perdido por años.
Y sonrío. Por poder encontrar a esa mujer extraordinaria debajo de la gran capa que es ser madre, tan pesada y tan incomprendida.
Sigo sonriendo, gracias por escoger la calma.
Gracias por escoger la calma. Porque sigo sonriendo, han pasado casi 6 años y sigo sonriendo.
Los primero tres casi no se veía el cambio, pero sentaste las bases, sembraste tu tierra. Y al cuarto supiste cosechar la calma. Al quinto pudimos hablar. Estamos en el sexto año, y aún hay veces en que explotas, son pocas tengo que admitirlo y son tan sólo un tercio de lo dañinas que eran antes. Ahora que pasamos el proceso puedo comprender un poco mejor. Puedo perdonar un poco más. Puedo perdonarme por tanto odio que te aventé y tanto rencor que generé en mi misma.  Por tantas veces que también yo, en un error, llevé al extremo mi sentir y no me preocupé por controlarlo, haciéndome daño, haciéndote daño, a esta casa.


Esta es una parte importante de mi crecimiento, que bien pudo haber sido con mi padre o con mis hermanos, con cualquier ser en realidad, que me hubiera causado tanto dolor.
Ayer le pregunté a mi papá que si no había sentido miedo de tener una niña.
Me dijo que no, que después de dos hombres, él quería saber que se sentía criar una niña.
Y le pregunté: ¿Qué cambia, que es diferente?
Y el dijo: "Tú manera de querer, la manera en que demuestras tu cariño, la manera en que cuidas a los demás." 


jueves, 10 de mayo de 2012

Mi madre también es un ser humano.

Y como tal, está llena de faltas. Se equivoca.
Creo sinceramente, que el mejor regalo que le puedo dar a mi madre es mi perdón.
Mi amor ya lo tiene, también mi admiración. Y yo soy de esas que abraza cualquier día, sea festivo o no. Celebra cualquier día, no necesito un 10 de mayo, he tenido 11 de Febrero en que la invito a comer, he tenido 20's que le compro cosas, que le dibujo, que le pinto.
Y me pregunto hoy... qué le puedo dar, que sea extraordinario.
Que exija algo muy grande dentro de mi.
Mi perdón.
Mi madre es fantástica.
Pero también es un ser humano, y como tal, se equivoca.
Así que le ofrezco no guardar rencor alguno, y entender hasta mi máxima capacidad toda vez que que mi madre ha perdido el control sobre mi.
Toda vez que me ha golpeado.
A veces con ira, a veces con furia.
Todas la veces que me ha humillado.
A veces con ganas, a veces sin ellas.
Todas las veces que me ha lastimado,  lo tenga ella o no consciente.
Así que la veo, corro y la abrazo.
Y ella me dice que me quiere mucho. Y yo le contesto que yo siempre la voy a querer más.
Y en mi mente susurro que la perdono.
Porque mi madre es fantástica. Y el mejor regalo que le puedo dar es reconocerla como lo que es, un humano.
No una figura que debe ser perfecta, no un ideal.
Un humano. Mi madre es fantástica.

lunes, 7 de mayo de 2012

De la grandiosidad del pasto y las fresas.

Un tatuaje no me deja dormir.
Un signo me persigue.
Una mirada me persigue.
Estoy en el pasto.
Las hormigas me muerden. Es la primera vez.
Me importa de cero a nada.
Estoy en una hamaca de sensaciones. Me envuelven.
Son tantas y tan cálidas que no puedo evitar dormir.
Sueño.
Voy del verde de mi cabello al verde sobre la tierra.
Sueño.
Que todo en esta tierra vale y despierto queriendo jugar con las aves.
Cantan.
Yo no sé cantar, pero qué me importa, su canto me arrulla.
Siempre tengo esta sensación al despertar.
Pero no siempre esta sonrisa. Esta es específica.
Reacción a una única estela de sentimientos. Reacción única a un específico movimiento de manos.
Sueño. Con ojos bien abiertos. Estoy en un sueño.

viernes, 4 de mayo de 2012

Soy tan chingona que les voy a resumir a Freud:
El hombre busca felicidad.
Pero no la alcanza.
¿Qué es la felicidad? 
1.- Experimentar intensas sensaciones placenteras.
o
2.- Evitar el dolor y el displacer.

La felicidad surge de la satisfacción de necesidades acumuladas que han alcanzado elevada tensión. Por lo tanto, sólo puede darse como un fenómeno episódico.
Nuestra disposición está dirigida, entonces, a los efímeros momentos que nos dan felicidad. Pero esto no nos permite gozar sino el contraste. Así que sabemos gozar en muy escasa medida lo estable.
¿Qué quiere decir esto?
Que nuestras facultades de felicidad están limitadas.

"Todo sufrimiento no es más que una sensación, sólo existe en tanto lo sentimos y únicamente lo sentimos en virtud de ciertas disposiciones de nuestro organismo."

Primera reacción contra el sufrimiento: AISLAMIENTO VOLUNTARIO. Cabe destacar, que la única felicidad alcanzable por éste método de aislamiento es el de la quietud. Y es una solución únicamente para sí mismo. 


El arte de vivir persigue la independencia del destino y una vinculación afectiva con el mundo, este es el cumplimiento positivo de la felicidad (es decir, buscando ser felices por nuestras acciones y no sólo por evadir los sufrimientos,) ¿Entorno a qué giran? 
(Aquí viene el momento que todos esperaban)
AMAR Y SER AMADO.
(Después de todo, Freud también tiene algo de romántico.)
PERO (Claro que hay un pero) jamás nos hallamos tan a merced del sufrimiento como cuando amamos. 

lunes, 23 de abril de 2012

[Shantal]

Quien diría que tengo las respuestas.
Que si están a mi alcance y que lo único que debo hacer es el esfuerzo.
Mi configuración inicial últimamente me salva.
Es fisiológico esto.
Me empiezo a sentir mal y mi organismo se encoge. Me empiezo a hacer un capullo.
Encojo los brazos, después las piernas; capullo.
Y justo, justo un movimiento antes de volverme cascarón mi organismo reacciona.
¡PÁRATE!
Y doy un salto repentino. Me paro.
Ni sé por qué pero me paro.
Y veo luz y veo verde y veo.
Y me paro. Listo. Solución a la mano y gracias a una mano.
En dos punto tres minutos con exactitud, me cambiaron la energía.
Voilà, chip nuevo. Nueva configuración con la misma base.
Con una mirada se arregla este mundo.
Leo, leo, leo. Sigo leyendo.
Sigo mirándote.
Leo, leo, leo.
Tú alivias todo dentro.
Esta entrada tiene tu nombre, porque sin el no estaría completa mi historia.
Porque te quiero cubrir el sol otros trescientos días.
Quiero decirte todo, hablarte todo, sentirte en todo.
Quiero escribir a ti y por ti.
Tengo la urgencia, querida, de tomar tu mano en este universo y en otros paralelos.

miércoles, 18 de abril de 2012

-¿Y alguna vez te sentiste triste?
-Mmmm no.
-¿En serio, así muy triste, triste, triste?
-No, mira... Cuando uno está activo puede olvidar muchas cosas.
Yo dividía mi tiempo entre mi escuela y mi trabajo. Y así, sólo esperaba el fin de semana.
Pero triste, no triste no.
- [...] -En este momento me quedé callada, cómo es que no se sintiera triste, sé que yo lo estaría-
- Aparte luego llegó tu mamá, y ya eramos novios. Así mucho menos...
-Y mamá... ¿Nunca te mencionó que ella se sentía muy triste?
-¿Tú mamá? Jajaja no. Tú mamá siempre ha sido así, bien decidida, a mejorar, a superarse.





Y me quedé el resto del camino pensando... ¿Cómo es que nuestra generación está tan llena de depresiones y ellos, ellos que salieron de su casa, que vivieron de nada, que se hambriaron, que se dolieron, que se quebraron la espalda, cómo es que me dicen que no sentían tristeza?
Decisión.
Ojalá nos pudieran pasar un poco de eso a esta generación tan rota.
Ojalá fuéramos capaces de madurar y decidir aceptar las circunstancias en vez de sufrirlas.
Con qué facilidad me han descrito hoy los errores de un sentir adolescente.
Sigo pensando que quejarse no está mal, a fin de cuentas sacas lo que no quieres, pero qué hay después de los quejidos? ¿Más quejidos? ¿Mas dolor? ¿Esperar la siguiente razón para ser infeliz?
Ándale Scarlet, vamos a madurar.

lunes, 16 de abril de 2012

¿Cómo puede el tiempo engañarme tan efectivamente?
Haciéndome pensar que he recorrido años, cuando ha sido uno sólo el día que concluyo.
"Creo que nunca he sido tan feliz."
"Nunca me había sentido así."
"Nunca había sentido...
"Nunca he querido...
"Nunca había tenido...
Nunca. Nunca. Nunca.
(Yo, que soy la que más consciente está de los dogmas, soy quién ahora dice nunca. Pero no son dogmas, son días, son verdades que uno nota, como cuando le besan la frente.)






¿Quién te dijo que me hicieras tan feliz?
¿Quién te ha entregado mi llave?










Son unas escaleras, un sol irritante, unas hormigas juguetonas, un sol cómplice, 13 segundos, son gritos, son bromas, más gritos, árboles y aves. Son muchas, muchas miradas. Es luz tenue, luz radiante, luz humana. Eres tú. Eres tú. Eres tú. Eres tú. Eres tú. Eres tú.
Sé que leerás esto, así que quiero escribirlo tal y cómo lo diría si te tuviera de frente.
Tú puedes hacer lo quieras, ser lo que quieras, consumir lo que quieras.
Tú PUEDES ser lo que QUIERAS.
Seas lo que seas o lo que quieras ser, ya he cruzado la línea, yo no te puedo dejar de querer. Ni por que lo quisiera, ni por que pasáramos hoy o mañana por la peor de las peleas. No hay manera posible en que yo pueda superar este amor y si algún día te llego a decir que no te quiero, por favor, avientame mis palabras en la cara, pues serían todas mentiras.
Confía en mis palabras pero cree únicamente en lo que dicen mis manos, mis labios.
No hay sentimiento más grande ni suspiro más profundo que los generados en tu presencia.
No existirá el día en que no pueda traerte a mi mente y sentir la más grande calma.
No caminarán las horas cuando observe tu frente, tus cejas.
Envidiarán las flores tu esencia, estoy segura. Respetará el sol tus dolencias.
Vivirán las hojas, las ramas, las raíces.
Sentiré las lágrimas regresar a mi rostro, y nunca más una de ellas será desasosiego. Todas saldrán al lagrimal queriendo saludarte, queriendo agradecer poder salir por única razones de plenitud y felicidad.
No existe brecha en este querer, no conocerá el quebranto.
No habrá duda. No habrá acción que no esté dispuesta a realizar con tal de conseguir tu sonrisa.
No hay, algo más que esto, de lo que esté más segura.
Eres tú...
Eres tú.

Eres tú.

domingo, 15 de abril de 2012

¡Me rehúso a vivir como mi familia!
ME REHÚSO A VIVIR CON SUS IDEALES Y SU INSEGURIDADES FRENTE AL MUNDO.


¡Yo voy a esperar lo mejor de todos!

Seas quién seas, ahora te considero incapaz de hacerme algún daño, capaz de ningún mal, yo espero lo mejor de ti.

sábado, 14 de abril de 2012

Quisiera escribir algo bien sincero.
Y poder puntualizar todas las veces que mis dedos han escrito y escrito palabras sin importar cuantas lágrimas caían en el teclado.
Escribir y que al releerlo pudiera saber: "Ahí, ahí dejé el alma"
Y que sepan que cuando escribí aquellos versos, era un fórmula vieja.
Era una fórmula de 1 frase por cada 10 suspiros.
Quiero que sepan que escribo parada, porque sentada mis palabras se me avientan.
Así, parada, puedo esquivarlas.
Pensar que tengo el control de ellas.
Quiero escribir en vano, que mis letras sean viento.
Viento extranjero que pasa por tu cara, la acaricia y huye sin más ataduras.
Quisiera ser viento.
Ser lluvia.
Ser nube.
Quisiera ser tenue.
Rayo de sol apenas perceptible...
Monócroma. Sin ego. Sin juicio. Sin humanismo.
Quisiera ser ave.
Ser viento.
Ser ave.
Ser dentro.
Ser dentro... que bien se oye.
Quiero una tarde larga donde no haya nada más que mi calma y mi espejo.

viernes, 13 de abril de 2012

Uno puede recorrer días
sin preguntarse que le hace seguir
Uno vive, se dice.
Sólo vive.
Pero uno no está ciego, simplemente es un velo.
Que puedes quitar o no según tus ganas.
Hay veces en que el velo cae.
Sin quererlo y muchas veces sin siquiera presentirlo.
Se cae.
Y puedes verlo todo.
Lo bello, lo aterrador, ahí está todo. Todo real.
Pero no es aterrador como pensarían, es iluminador.
Una vez que no hay velo, no hay manera de ponerlo. Es mentirse.
Como mentirme sería decir que puedo seguir y vivir como vivía.
Sin ti y sin lo que aportas a mi vida.
Alguna vez escribí que mi camino sigue contigo.
Pero sin ti, ya no hay camino.
Y sé que es por romanticismo, el camino sí sigue, siempre sigue.
Pero creo que entonces debo decir, que no es que ya no haya camino.
Es que ya no lo quiero así.
No cuando sé lo magnífico que es compartirlo.
La plenitud que puedo sentir. La paz, los silencios.
Sin tú, sin esto. No sería. No estaría.
Grandioso.
Revelador.
(Ahora respiro, ahora cierro los ojos, como cuando sientes el viento tocar tu cara con la máxima ternura, abres los ojos y la luz no lastima y los sonidos son tenues, el mundo está, tú en él, y todo va... con calma va. Y va bien.)

jueves, 12 de abril de 2012

Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy.





Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy.






Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy.










YO ME LEVANTARÉ DE MI CADÁVER

miércoles, 11 de abril de 2012

Hablando de muros.

Ya descubrí mi problema.
Quiero abarcar mucho y termino hablando dispersamente de nada.
Así que creo que entenderán mejor este texto (y todos los anteriores)si toman en cuenta que con cada párrafo cambia el tema del que hablo (y probablemente el día).


Debería intentar con todas mis ganas de cambiar.
Quiero un cambio y es la segunda vez en el año que lo repito.
Esta vez sin lágrimas, pero lo repito.

Ayer me dijeron que soy perfecta.
Por favor -diosoloquesea-, por favor que cambie de opinión.
No hay ser más aburrido que un ser perfecto, sin espacio para aprender, sin espacio para errar.
Sin espacio.
Perfecto y completo, no quiero serlo nunca.
Quiero estar incompleta, que sienta que me falta un brazo con tu ausencia.
Quiero errar, quiero aprender del día a día.

Y ya estoy harta, de este mundo que espera lo peor de las personas.
De mi hermano, que espera lo peor de mí.
De mi hermano que espera lo peor de su hermano.
De mi hermano, que espera lo peor.
¿Por qué no merezco confianza? ¿Que hice o con que castigo histórico cargo?
Y ¿Por qué? creo que eso es lo que más me parte.
¿Se acuerdan de mi palabra predilecta? JUSTICIA.
Sin duda, no es justo. Yo no soy perfecta ni aspiro a serlo.
Pero intento, intento, intento hacer lo mejor.
No quiero "GANAR" nada. Quiero que dejen de pensar que el mundo es una basura.
Quiero que empiecen a limpiarlo, si tanto les molesta.

El protocolo es: "Levántate. Cabeza arriba. Camina."
Este es el proceso para dejar de sentirme mal.
De verdad, no les miento. AHÍ RADICA MI MÁGICA CLAVE PARA SEGUIR.
Y hoy, hoy sabía que el protocolo iba a llegar, en un momento u otro.
Siempre llega, y si no llega, voy por él.
Porque no soy fuerte, de hecho soy débil. Y no me da pena admitirlo.
Yo no tolero el sufrimiento, así que me deshago de él.
Pero hoy no tuve que esperar el protocolo. Hoy me sacaron de mi sentir.
Que rico se siente, que cómodo es.
Recargar mi cabeza y dejar que se lleve el viento cualquier duda, cualquier dolor.
Reconocer este olor y saber que estoy segura.
Esconder mi cabeza en un hombro y dejar que me reciten las palabras que quiero oír.
Es la primera vez que no las tengo que decir yo misma.
Que rico es.
Que cómodo.


Hoy no hice nada impresionante, hoy hicieron para mi. Y ahí radica mi miedo.
En caminar 60 metros a mi casa y perderme apenas a los 30.
Ahí radica la duda. De quedarme parada, esperando.
De quedarme.
Siendo.
Estando.
Necesitando.


Es por eso que hoy hablamos de muros, porque todos vivimos en ellos, no importa si mi suelo base es la tranquilidad o la angustia.
De igual manera todos pensamos dos veces (o tres) si queremos realmente salir fuera del muro. A todos nos entra el miedo de dejar el lugar que conozco. QUE CONSTRUÍ CON MIS MANOS.
Lo odie o lo ame, es mi hogar y al menos lo conozco.
¿Quién me da garantía del mundo de fuera? Todos tiemblan en los primeros pasos.
¡AFUERA, AFUERA, QUE AQUÍ YA NO CABES! Eso dice mi fortaleza mientras se derrumba en felicidad.
Y yo, inestable (pero segura), busco el material para construir mi nueva casa.




Al fin, no sé si estoy mejorando. Pero tengo aún esta luz y de ella me fío, que no importa cuanto me tarde ni con que terribles recuerdos o destinos me encuentre en el camino. Ya es el (mi) momento.
Ya no quiero huir.

domingo, 8 de abril de 2012

¿Sabes qué deberías aprender?
A dejar ir.
Deberías tratar de decir la verdad...
Tengo miedo.
T...
Aún. Ahora.
De convertirme en costumbre.
No, no tengo que saberlo todo, de hecho prácticamente sé nada.
A veces quisiera ser suficiente...
Y estas palabras parecen un suspiro.
Que se irá...
En memoria o por uso, se irá...
se irá
se irá
(y repito las letras para crear patrones para pensar que algún día estuve cerca de lograr algo)
Caigo en un sueño.
Y me protejo del mundo con un edredón.
Este mal de quedarse dormida no me gusta, nunca me ha gustado.
Pero dicen que el cuerpo es sabio, y me protege del daño. En realidad, no hay daño.
Pero aún así me protege.
Me levanto, sintiendo que esta vez, debería hacer algo más que sentir por los demás.
Debería proteger algo más que mi propio cuerpo.
Y mi fuerte, mi fuerte debería ser para dos.
A veces... sólo es a veces que quisiera ser suficiente.

jueves, 5 de abril de 2012

No te rindas / Variación

No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños

Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás sola, porque yo te quiero.

MB [ Mario Benedetti ]
Desde que estás
Desde que estás
todo cambia de color
tiene un matiz más:


desde que estás
cambian los sonidos:
están llenos de tu voz

desde que estás
los bosques y los árboles
huelen a ti

desde que estás
toco el mundo
un mundo completo
y único.

RK [ Ryszard Kapuscinski ]

miércoles, 4 de abril de 2012

Florece, flor, florece.

No dejes que muera en tu pecho, el último vestigio de esperanza.
No esperes, corazón, a que tus venas te encarcelen.
Que tus gélidos labios tengan un color más rojizo, no lo quiero.
No esperes amor, al otoño.
Quiero que pisemos las hojas verdes, aunque sólo truenen dentro de la mente.
Quiero que caigan las hojas.
Que florezca el árbol en invierno.
¡Que destelle y que truene en primavera!
Que llueva en la nieve, que llueva con el sol bien arriba.
Que recuerdes nuestro atardecer.
Que escuches... que escuches los caballos.
Que respires junto a mi pecho, que retoñe en tu mirada.
Que retoñe el querer en tu mirada.


Canten pájaros, ahora que quieren.
Vuelen, ustedes que pueden.
No desgarren, no se aferren. No arrebaten.
O desesperen.
Broten, botones.
Jueguen los cachorros, los niños.


Quiero el pálido color de una frente...
(empiezo a hablar en susurro)
Quiero el pálido color de unos labios que nunca han visto el sol de frente, quiero ante todo una porción pequeña de este lado de la cara, de este lugar en específico, quiero dos colmillos y un molar. Quiero uno de tantos nudillos, sólo quiero uno. Quiero un espejo más exacto ¡Quiero el más exacto! Quiero... que... tomes... mi tiempo... y lo conviertas... mujer... en hogar de tus dudas. Quiero que tomes de mi un sólo brazo. (esto es un susurro)
Y cada vez lo oigo menos.
No dejes, pues, que se pierda tu voz en mi mente.
No dejes que muera en mi esta flor de durazno. Este fruto de mayo.