Es como entrar en coma...
Así, con ojos abiertos.
No estoy muerta... Aún no.
No quiero decir que estoy mitad muerta, pero, un día me bastó.
Es suficiente tenerte lejos por tres metros.
No hay ansiedad.
Es un estado de coma.
Regresame mi vida, sola. O quédate.
O quédate.
Quédate.
Esta es la peor declaración que he escrito, porque estoy escondiendo todo en metáforas
y diálogos locales. Ping pong. De me conciencia a mis dedos.
Este descontrol controlado de no tener nada y tenerlo todo.
De mirar como caminas.
De mirarte mientras partes.
Y así partiendo te llevas mi vida.
Y me dejas en coma.
Quiero vivir. Ven. Quiero vivir.
Estoy
tan
perdida
dentro
de
este
amor.
No estoy ciega, sólo veo en grises en tu ausencia.
He reaccionado con toda emoción existente ante este amor. Con enojo, con miedo, con euforia, con delicado cinismo, con alegría, con celos, con bienestar. Ha movido todo dentro de mi, toda mi estabilidad y de a poco mis barreras. Mi todo. He cometido tantos errores. Tantos. Y todos sin justificación, sólo son reacciones. Lo siento, no quiero manchar esto.
No quiero ver en grises, quiero violetas.
Quiero luces y destellos.
Y prefiero tu peor día que mil otros de alguien.
Te prefiero. Te quiero.
Estoy tan dentro, de este amor.
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