Y como tal, está llena de faltas. Se equivoca.
Creo sinceramente, que el mejor regalo que le puedo dar a mi madre es mi perdón.
Mi amor ya lo tiene, también mi admiración. Y yo soy de esas que abraza cualquier día, sea festivo o no. Celebra cualquier día, no necesito un 10 de mayo, he tenido 11 de Febrero en que la invito a comer, he tenido 20's que le compro cosas, que le dibujo, que le pinto.
Y me pregunto hoy... qué le puedo dar, que sea extraordinario.
Que exija algo muy grande dentro de mi.
Mi perdón.
Mi madre es fantástica.
Pero también es un ser humano, y como tal, se equivoca.
Así que le ofrezco no guardar rencor alguno, y entender hasta mi máxima capacidad toda vez que que mi madre ha perdido el control sobre mi.
Toda vez que me ha golpeado.
A veces con ira, a veces con furia.
Todas la veces que me ha humillado.
A veces con ganas, a veces sin ellas.
Todas las veces que me ha lastimado, lo tenga ella o no consciente.
Así que la veo, corro y la abrazo.
Y ella me dice que me quiere mucho. Y yo le contesto que yo siempre la voy a querer más.
Y en mi mente susurro que la perdono.
Porque mi madre es fantástica. Y el mejor regalo que le puedo dar es reconocerla como lo que es, un humano.
No una figura que debe ser perfecta, no un ideal.
Un humano. Mi madre es fantástica.
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