martes, 22 de mayo de 2012

Para ti.

No tengo idea de como hacer salir las letras...
hoy, me pesan, dentro...
Y quiero sacarlas, en forma de algo que reluzca, que brille.

Pe ro me cue s ta tan to, me
pesan
tan to.

Tengo en mi mente la cara de una mujer.
Es hermosa y llora.
Llora y sonríe cuando seco sus lágrimas. Toco su cabeza.
Es increíble lo que me está contando con sus manos antes de que su boca siquiera comienza a formular frases.
Siempre hago esto cuando alguien me abre parte su alma...
Escucho con atención, como si estuviera leyendo las palabras que salen de ellos... a veces parezco distraída y es con nula intención, es que leo en el aire cada palabra, tratando de que en el texto completo se subrayen en amarillo las claves para entender esto.
No digo una sola palabra mientras hablen. Una sola.
Cuando acaban de hablar, miran mis ojos, buscando respuesta, la solución. Y me hace sentir tan mal el no poder decir "Ve y reza diez padres nuestros y dos aves marías y tu vida regresará a ti."
Nadie puede...
Tengo que decirle la verdad, que no hay nada que yo pueda hacer por ella, que esas batallas suceden de la piel hacia dentro y ahí no puedo entrar.
Amo las lágrimas, creo que es de los pocos lugares en los que uno no se puede mentir, ni a los demás nia sí mismo. Cuando hay lágrimas, hay verdad. Y las agradezco.
Estoy enojada, porque no debería existir este sentimiento. Declaro la guerra en cuanto ella lo expone.
Porque ella no lo merece.

Esta es la primera vez que hablamos de algo como esto.

"Me cuesta muchísimo trabajo hablar de estas cosas" (Lo veo)
"Nunca, hablo con nadie..."

Le doy las bases. Hablo por horas, literalmente horas... Muere mi reloj. Que me importa...
La garganta se reseca y tomo de un jalón mi té de menta. A lo lejos veo a un amigo, una vez un amor. Que me importa...

Que
me
importa

Me importa ella.
Nadie nunca le dijo que sí, todos nos sentimos mal, a todos nos avientan pedradas.
"La gente puede ser muy cruel... podemos."
"Lo somos." le respondo.
Nadie le avisó, que para construirse necesita un piso propio y no uno impuesto. Ni regalado.
Cuando el piso es tuyo, tu sabes a quien dejar que lo pise, y con qué zapatos.
Cuando el piso te lo dieron, todos entran y salen con botas y con tacones y lastiman y marean.
Ella sabe el problema "Tengo que trabajar en eso."
Lo sabe pero no sabe cómo. Le doy mi sonrisa. Le digo cómo hacerlo.
Le digo, aunque ella lo sepa, que vale la pena.
Que para dejar de sentirse mal, hay querer dejar de sentirse mal.
Que todos tenemos heridas, pero hay que superarlas.

Voy a subrayar superarlas. Porque parece que todos lo saben, y todos lo entienden, y NADIE LO APLICA.
Superar las cosas no es guardarlas para que cuando me sienta mal, pueda sacarlas y sentirme peor.
No significa "Voy a olvidarlo para sentirme bien en este momento pero en tres semanas o tres meses me voy a preguntar por qué la vida me trata tan mal, y me sentiré mal de nuevo. Entonces lo guardaré de nuevo, para sentirme bien, una vez más. Y en tres meses... o seis... lo encontraré o por casualidad llegará a mi cabeza, y pensaré ¿Por qué carajos la vida me trata tan mal? Y como un edificio mal construido me caeré... Pero tengo cemento, cemento de olvido. Y lo aplico en las grietas. Y lo olvidaré... No lo enfrentaré. Lo olvido, así hasta que dentro de unos meses... o unos días, vuelva a caer en el círculo."
Así se pierden años de vida... En el círculo.
Así se pierden vidas.
Nadie les avisó que para salir del círculo, hay que decidir algo. Algo primordial.
"Renuncio a mi zona de seguridad. Dónde me siento mal y me doy licencia para seguirme sintiendo mal por mucho más tiempo. POR QUE TENGO RAZONES PARA SENTIRME MAL. Es mi derecho sentirme mal."
Renuncio a tener excusas para hacerme sentir mal.
Cuando comience el círculo, lo único que tendré que hacer es:
Sentirme mal, saber que está bien sentirme así, pero no olvidarlo, no guardarlo. Enfrentarlo. ¿Puedo arreglarlo? . ¿Puedo detenerlo? . ¿Puedo hacer, que deje de doler? .
"Esto pasó. Y dolió. Pero es momento de que lo deje ir. No sé por qué fue así, no sé porque a mi, no sé ni lo sabré... Es momento que lo deje ir... Por mi, por mi bien. Por mi. Perdonar a quién me lastimó, por mi.
Ya pasó, y quiero seguir..."



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