domingo, 26 de agosto de 2012

Señoras y señores, yo no aprendí a amar.
¿Amor?
No lo conozco, no sé de eso.
Yo aprendí cosas muy diferentes al amor.
Y más valiosas que el amor.
Yo aprendí a ver detalles (pero no saco un diez, saco un 8, la memoria aún me traiciona)
Yo aprendí a prestar atención a los gestos.
Aprendí (sin querer) a leer.
Aprendí a caminar, a dejar de correr.
Aprendí a voltear hacia atrás.
Aprendí a ir hacia donde todo mundo me dijo que no fuera.
He, últimamente, aprendido a soltar todo aquello que no está en mi poder.
He tenido que entender que no soy el centro del mundo.
He llorado más que cuando era adolescente.
He visto facetas de mí, que no conocía.
Me he conocido.
Me he desconocido.
¿Y ésta, de dónde salió?
¿Amor?
Yo no sé de amor.
Yo sé de esfuerzo y sin esfuerzo.
Yo sé de compartir y de respeto.
Yo sé, ahora, y no antes (nunca antes) de volúmenes perfectos.
De visiones a ojos cerrados.
Podría generar mi tesis sobre un rostro.
Aseguro con todas sus consecuencias que yo no aprendí a amar.
Aprendí, en cambio, de tolerancia, de lealtad, de traición, de obstáculos, de espera.
No he aprendido a amar.
He aprendido a tomar una vida, habiéndola respetado primero para después poderla unir a la mía.
No llores Scarlet, es lindo ¿No lo ves?
Al fin alguien me hizo darme cuenta que no soy el centro del universo.
En mi centro no estoy yo, me han desplazado, perdí mi trono a mi propia lucha, a mi propio reino.
En mi centro hay alguien parecida a mi.
También con 7 letras y un tatuaje.
Es un tanto diferente y no ha llegado al poder mediante la conquista.
Me persuadieron las palabras, las letras, la entonación ¡Ay, la gramática!
Que bien la usó, me persuadió diciéndome que no le interesaba ser reina.
Y ahora ahí se encuentra, en mi centro, a mi lado.
Ella no es yo, ni yo soy ella, compartimos el mismo espacio.
¿Qué es el amor, al fin y al cabo?

"Amar es combatir, si dos se besan 
el mundo cambia, encarnan los deseos, 
el pensamiento encarna, brotan las alas 
en las espaldas del esclavo, el mundo 
es real y tangible, el vino es vino, 
el pan vuelve a saber, el agua es agua, 
amar es combatir, es abrir puertas, 
dejar de ser fantasma con un número 
a perpetua cadena condenado 
por un amo sin rostro; 
                                el mundo cambia 
si dos se miran y se reconocen, 
amar es desnudarse de los nombres."

El mundo cambia, dice el poema. Y así es, el mundo cambia.
Deja de ser tuyo, descubres que encontrar a alguien es tarea de una vida y no unos años.
¿Saben? El amor no se trata de conocer por completo a la otra persona.
Les juro, les juro que de eso no se trata.
El amor no se basa en la confianza, eso es lo que se dice, y están ligeramente equivocados.
No se necesita saber TODO de la otra persona.
Porque si entendieran la palabra "persona" sabrían que persona es universo.
Es infinita, es indefinido/definido, es expansiva, y amorfa, inestable dentro de su estabilidad.
Sabia.
Saber todo no significa conocer a alguien, y creo firmemente que los secretos son necesarios.
Los de ti mismo, los de tus adentros, si no los quieres compartir, está bien.
Saber tus secretos no significará conocerte.
Yo no aprendí amar, señores. Al menos no como se dice que se debe.
Yo no requerí de los secretos más oscuros, ni de las palabras más dulces.
Quizás no amamos como se dice, quizá como se dice está erróneo.
Pero sin duda aprendimos algo.
Y sin duda seguimos aprendiendo, nos seguimos encontrando.
"Brotan las alas en las espaldas del esclavo. 
[...]                                    El mundo cambia
si dos se miran y se reconocen."

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