Intento descifrar que es lo que pasa conmigo.
No sé si suena a excusa, a cliché, quizás a falsedad.
Intento descifrar.
De mis sentimientos me he desapegado.
Siento apenas dos o tres chispas en el día.
No me encuentro.
Busco incansable la felicidad.
No quiero salvarme.
No quiero reservar del mundo sólo un lugar tranquilo.
¿Acaso soy un caso perdido?
¿Está mal si deseo complicarme la vida?
¿Existe algo "roto" en mi sistema que me hace sentir feliz estando inquieta?
Estando no segura, no cómoda, no estática.
Quiero, quiero, quiero, siempre escribo lo mismo: "Quiero"
Pero esta vez no quiero, hago.
Vuelo.
En movimiento.
Incómoda.
Insegura.
Algo triste.
Y sola.
Vuelo.
domingo, 15 de diciembre de 2013
jueves, 5 de diciembre de 2013
Los hoyos negros dentro de la vida
Existen vacíos, muchos tipos de vacíos.
Vacíos que se llenan, vacíos que absorben o que sólo se quedan.
Que rechazan.
Últimamente he estado pensando que quizás también la vida tiene hoyos negros.
Vacíos que absorben todo a su paso.
Vacíos que te van quitando de a poco lo que traes dentro.
Órganos y cariño.
Seamos sinceros, los vacíos también se llevan tu cuerpo.
Asombrosamente nacen exactamente de donde nace el cariño.
Nacen del centro del pecho.
Obstruyen la esperanza.
Dejemos de pensar que la vida es una línea recta.
Que el tiempo es el catalizador de acciones e historias.
La vida es más un espiral.
Que a veces sale y que a veces sólo se adentra.
Que a veces tiene espacios y hoyos y vacíos y fracturas.
Pero a pesar de todo, sigue girando, hacia cualquier lado.
¿A dónde vamos? A ningún lado.
No vamos a ningún lado, no hay destino y no tiene por qué haberlo.
Las cosas son antes de ser nombradas.
Ya eran, antes de ser nombradas.
Vida, aprendizaje, cariño, ya eran.
Y quizás me tarde un poco en escribir que ya tengo 22 años.
Y que lo que más me importa en el mundo es crecer y ayudar.
Que mi vida ha estado llena de hoyos negros pero que también
he descubierto que el hoyo puede absorber luz, y aunque siga siendo negro, por dentro en realidad
está iluminado, brillante.
Uno no tiene que hacer esfuerzos por sobresalir, por ser especial o por volverse interesante.
Uno ya lo es, ya lo era, antes de ser nombrado así.
Antes de siquiera pensar en que podía ser parte de tantas categorías.
Y es que a los 22 apenas voy entendiendo lo complejo de la personalidad.
Lo complejo y lo fraccionado.
Somos mucho más de lo que pensamos.
Y el puro pensamiento es capaz de destruirlo todo o volverlo a crear.
Apenas lo entiendo (y no del todo)
Somos tanto más de lo que pensamos que somos...
Vacíos que se llenan, vacíos que absorben o que sólo se quedan.
Que rechazan.
Últimamente he estado pensando que quizás también la vida tiene hoyos negros.
Vacíos que absorben todo a su paso.
Vacíos que te van quitando de a poco lo que traes dentro.
Órganos y cariño.
Seamos sinceros, los vacíos también se llevan tu cuerpo.
Asombrosamente nacen exactamente de donde nace el cariño.
Nacen del centro del pecho.
Obstruyen la esperanza.
Dejemos de pensar que la vida es una línea recta.
Que el tiempo es el catalizador de acciones e historias.
La vida es más un espiral.
Que a veces sale y que a veces sólo se adentra.
Que a veces tiene espacios y hoyos y vacíos y fracturas.
Pero a pesar de todo, sigue girando, hacia cualquier lado.
¿A dónde vamos? A ningún lado.
No vamos a ningún lado, no hay destino y no tiene por qué haberlo.
Las cosas son antes de ser nombradas.
Ya eran, antes de ser nombradas.
Vida, aprendizaje, cariño, ya eran.
Y quizás me tarde un poco en escribir que ya tengo 22 años.
Y que lo que más me importa en el mundo es crecer y ayudar.
Que mi vida ha estado llena de hoyos negros pero que también
he descubierto que el hoyo puede absorber luz, y aunque siga siendo negro, por dentro en realidad
está iluminado, brillante.
Uno no tiene que hacer esfuerzos por sobresalir, por ser especial o por volverse interesante.
Uno ya lo es, ya lo era, antes de ser nombrado así.
Antes de siquiera pensar en que podía ser parte de tantas categorías.
Y es que a los 22 apenas voy entendiendo lo complejo de la personalidad.
Lo complejo y lo fraccionado.
Somos mucho más de lo que pensamos.
Y el puro pensamiento es capaz de destruirlo todo o volverlo a crear.
Apenas lo entiendo (y no del todo)
Somos tanto más de lo que pensamos que somos...
miércoles, 23 de octubre de 2013
miércoles, 2 de octubre de 2013
Cosas en movimiento
Las cosas nunca sin inmóviles.
Mutan, corren, se desmaterializan, mueren sin morir.
Mueren sin dejar de moverse.
De un plano a otro.
Las cosas, las personas, las relaciones y las expectativas,
Las esperanzas también mutan. También se mueven.
Algún día también me moveré, también yo volaré
También incendiaré un alma
También romperé moldes
Pisaré suelos
Mantendré mi cabeza levantada, lloraré de felicidad
Viviré en un silencio hermoso
Y seré sincera.
Nada en este mundo parece estar hecho para mi.
Quizás así lo sintamos todos.
No lo sé, pero así lo siento yo.
Nada convencional me hace feliz. Ni la estabilidad
Ni la seguridad.
Me gustan los problemas y oh si, claro que me gusta moverme
Cambiar
Ser otra
Una nueva por año
Otra cara con otras metas
Con otro contexto
Esa soy yo. La que nunca permanece.
La que por desgracia nunca se quedará inmóvil.
Correré de mis problemas, huiré de mi estadía en este mundo.
Giraré, como siempre he girado.
Cambiaré, porque nada inmóvil sobrevive.
Al menos no en mi mundo.
Mutan, corren, se desmaterializan, mueren sin morir.
Mueren sin dejar de moverse.
De un plano a otro.
Las cosas, las personas, las relaciones y las expectativas,
Las esperanzas también mutan. También se mueven.
Algún día también me moveré, también yo volaré
También incendiaré un alma
También romperé moldes
Pisaré suelos
Mantendré mi cabeza levantada, lloraré de felicidad
Viviré en un silencio hermoso
Y seré sincera.
Nada en este mundo parece estar hecho para mi.
Quizás así lo sintamos todos.
No lo sé, pero así lo siento yo.
Nada convencional me hace feliz. Ni la estabilidad
Ni la seguridad.
Me gustan los problemas y oh si, claro que me gusta moverme
Cambiar
Ser otra
Una nueva por año
Otra cara con otras metas
Con otro contexto
Esa soy yo. La que nunca permanece.
La que por desgracia nunca se quedará inmóvil.
Correré de mis problemas, huiré de mi estadía en este mundo.
Giraré, como siempre he girado.
Cambiaré, porque nada inmóvil sobrevive.
Al menos no en mi mundo.
jueves, 29 de agosto de 2013
Pero no es así
Todos tienen un límite
Boom, ya tengo número.
Número de veces para equivocarme.
Una más, una que se pase, tan sólo una más.
Si pasas el límite, pierdes, me pierdes, te pierdo y me pierdes.
Boom.
Ya recibí mi número.
Alguna vez salieron de su boca algunas declaraciones.
Comenzaban con un "nunca"
Nunca te dejaré por lo que odio de ti.
Pero no es así, todos tienen un límite.
Todos tienen un límite
Boom, ya tengo número.
Número de veces para equivocarme.
Una más, una que se pase, tan sólo una más.
Si pasas el límite, pierdes, me pierdes, te pierdo y me pierdes.
Boom.
Ya recibí mi número.
Alguna vez salieron de su boca algunas declaraciones.
Comenzaban con un "nunca"
Nunca te dejaré por lo que odio de ti.
Pero no es así, todos tienen un límite.
martes, 13 de agosto de 2013
viernes, 9 de agosto de 2013
Últimamente el mundo parece de gelatina
Se siente el mar.
fácilmente penetrable.
¿Qué se siente estar enamorada?
Pues saben... se siente muy bien.
Se siente muy bien recargar mi cabeza en su hombro, que después de dos años aún parece un lugar nuevo y emocionante.
Se siente increíble tomar su mano cuando tengo miedo de algo.
Se siente perfecto si me abraza, como si esos (sus brazos) pertenecieran justo alrededor de mi cintura.
Se siente
calma.
Se siente el mar.
jueves, 25 de julio de 2013
where our heart goes
Presento mi formal renuncia.
A la entrada anterior y los sentimientos que la provocaron.
A seguirme perdiendo en el mar de mis quejas.
Querulante.
Miren, lo que pasa es, que las rutinas me envenenan.
Y a veces uno pierde el suelo.
Y se encuentra en el espejo con ese reflejo horrible que para variar resulta ser uno.
Resultas ser justo, JUSTO quien no querías ser.
Con el mismo ceño fruncido del que tanto me reía en la adolescencia.
Justo quién no quería ser.
A que no adivinan, pues hoy mero, mero hoy se agrietó mi espejo.
Dos palabras de aliento bastaron para darle en la madre.
Resulta, después de todo, que si uno sonríe. Uno gana.
¿Qué gana? Pues no sé, qué más da.
Pero uno gana y eso cuenta.
No se ha roto el espejo, pero espero pronto agarre otro tono.
Uno más positivo, más azul.
Hoy -obviamente- hubo algo que me abrió los ojos.
El algo se llama recuerdo.
Mi hermano gusta de darme pláticas, no recientemente, pero sí cuando era (yo) adolescente.
La más significativa me dejó meditando toda la noche. No dormí. Ni un poco.
Guardé todo lo que dijo en mi mente, lo procese hasta llegar a un resumen.
Tiempo después, a una sola frase.
Esa frase cavó muy dentro, hasta ser parte de mi, de mi carne y de mi persona.
Cavó y se instaló.
Y cambió mi vida. Y yo pregonaba tal frase, tal modo de vida.
El problema fue que se me olvidó.
La frase decía "Venimos a esta vida a ser felices"
Imaginen nadamás las dimensiones a la que la llevé.
Yo vivía para ser feliz. Y yo quería hacer felices a las personas.
Y se me olvidó con el tiempo.
Si les soy sincera, desde hace bastante tiempo no siento que vivo para ser feliz.
No despierto anhelando el día, mucho menos sonriendo.
No disfruto.
Y no es que algo esté mal a mi alrededor, la verdad es que la vida sigue igual
con altas y bajas y más altas y más bajas.
Y yo últimamente me dedico a llorar mis bajas.
Y a menospreciar las altas.
Hace mucho que no vivo para ser feliz.
No quiero culpar a nadie (digo, aparte de mí misma), ni a ninguna entidad (cofcofENAP)
De hecho, no quiero culpar.
Sólo quiero pedir perdón, por la basta e infinita energía que he expulsado en tantos meses de desasosiego.
Quiero decir que lo siento, a todos y a mí misma, perdón suki.
Voy a arreglar las cosas.
Volver a mí, a lo que de verdad importa.
A ser feliz, y a hacer las cosas amándolas. Porque eso es mi felicidad.
miércoles, 24 de julio de 2013
Prefiero el mar al asfalto.
Uno duerme.
Despierta. Duerme. Despierta.
En el intervalo: personas.
Caminan, se ríen, aman, caminan, aman, se van.
O las corres, que pa'l caso es lo mismo.
Desaparecen.
Hoy me toca sacar algo del aprendizaje que he tenido.
Yo me quiero mucho, me amo, con todas mis fallas me amo, y si les soy sincera,
a veces "amo" queda corto.
Yo me adoro.
Me doy trescientas concesiones para errar en la vida.
Para lastimar a las personas.
Yo no soy mala ¿Por qué merecería un castigo?
Oigan bien, "Yo no soy mala" dijo el juez (que soy yo misma).
Yo me amo y también a veces fui amada.
Por muchas personas, y de muchas maneras.
Que presumida soy, pero ese el tema.
Que hoy me vengo a quejar porque fui amada.
Porque tomé eso en cuenta y los encerré en mis costillas.
A cada uno de los idiotas que me dijeron "te amo"
Porque todos mintieron, porque me querían.
Porque me gusta amar a la mala, a los que no me retienen, a los que me sueltan.
A los que se van.
Porque me da risita ver que cuando más lejos estoy, más la extraña a ella.
Porque me da risita, de pendeja.
Ver que no siento nada.
Ver como me apago, como únicamente doy patadas de ahogada.
Preguntarme una y otra vez ¿Por qué no mejor me muero en el mar?
Prefiero el mar al asfalto.
Despierta. Duerme. Despierta.
Despierta. Duerme. Despierta.
Desaparecen.
Para lastimar a las personas.
A los que se van.
No hay deseperación en mis letras, sólo una leve noción de realidad. De que la madurez me va alcanzando, y apenas, es apenas cuando voy descubriendo cuánto apesta.
La sociedad. Los "amigos".
Todos son mierda.
Gracias.
martes, 2 de julio de 2013
Por qué las personas cambian. Una triste y breve noción.
Las personas cambiamos porque creamos a nuestro alrededor un mundo en el que confiamos, y que si se desbarata, arreglamos.
Enmendamos.
Con cera o con hilos o con plastilina, si es que eso cierra las heridas.
Las decepciones son heridas.
La distancia es herida.
La cosa es que a veces uno cree de más, en la vida -sí, ese ente presente- y en las personas.
Simplemente confiamos de más.
Porque no nacimos ingenuos, uno sabe lo que existe afuera, pero elegimos guardar esperanza.
Quizás de más.
Elegimos guardar (escuchen con cuidado) elegimos, guardar, esperanza.
Puede ser... un problema, una ligera -pequeñita- evasión pero también, cariño, también es culpa de los demás, si lo aceptan o no, no importa, pero también es su culpa.
También es tu culpa.
Porque hay gente que cree en ti, que piensa que les quieres con la fuerza que ellos te quieren.
Pero no es así.
Simplemente no es así, y llegará tu tiempo, o tu edad o momento, en que puedas ver, que hubo una vez alguien (que sí, quizás era yo) que te quiso con una cantidad de ternura y sinceridad inmensurable.
Que te guardaba en un ventrículo rojo vivo, lleno.
En la mitad del pecho.
Y con suerte leerás estas letras con la misma nostalgia con que son escritas, la misma que suscitaron tus letras, tus acciones, tus letras. Mi nostalgia es consecuencia.
Porque yo te quería con tanta fuerza...
Enmendamos.
Con cera o con hilos o con plastilina, si es que eso cierra las heridas.
Las decepciones son heridas.
La distancia es herida.
La cosa es que a veces uno cree de más, en la vida -sí, ese ente presente- y en las personas.
Simplemente confiamos de más.
Porque no nacimos ingenuos, uno sabe lo que existe afuera, pero elegimos guardar esperanza.
Quizás de más.
Elegimos guardar (escuchen con cuidado) elegimos, guardar, esperanza.
Puede ser... un problema, una ligera -pequeñita- evasión pero también, cariño, también es culpa de los demás, si lo aceptan o no, no importa, pero también es su culpa.
También es tu culpa.
Porque hay gente que cree en ti, que piensa que les quieres con la fuerza que ellos te quieren.
Pero no es así.
Simplemente no es así, y llegará tu tiempo, o tu edad o momento, en que puedas ver, que hubo una vez alguien (que sí, quizás era yo) que te quiso con una cantidad de ternura y sinceridad inmensurable.
Que te guardaba en un ventrículo rojo vivo, lleno.
En la mitad del pecho.
Y con suerte leerás estas letras con la misma nostalgia con que son escritas, la misma que suscitaron tus letras, tus acciones, tus letras. Mi nostalgia es consecuencia.
Porque yo te quería con tanta fuerza...
martes, 25 de junio de 2013
sábado, 22 de junio de 2013
Cosas que he aprendido en el 2013
La desilusión no es final de las cosas.
No sé hablar correctamente. Y a veces ni hablo.
Cuando el corazón está más negro es también cuando está más pequeño.
Resulta que las personas me siguen asombrando. De buena y mala manera.
Y resulta que sí puedo perder el control de mí misma.
Resulta que también soy drama queen.
Y también me hago daño al por mayor.
También tomo pésimas decisiones y miento sin temor a dios.
Soy un tanto obsesiva-compulsiva.
Y si, si pierdo ese poquito control, bum, cosas explotan.
Pero también resulta que una película puede hacerme calmar.
Me harto, quiero huir.
Me arrepiento y regreso.
Vivo en un limbo porque todas mis decisiones se contradicen.
Y me falta mucho por conocer de mi.
Por otro lado, las partes que sí conozco siguen dentro.
Y sigo apreciando con cada centímetro de mi persona la amabilidad.
No estoy diciendo nada lo que quería, yo quería decir (mucho mejor dicho) que el año ha sido muy difícil, que he llorado como nunca y aventado cosas y maldecido personas, he odiado y querido y odiado de nuevo, he roto cosas dentro de mi y dentro de otros y he sentido con todo mi ser lo que es estar agradecida y lo que es estar arrepentida. He descubierto que la lluvia nunca falla en sanar espíritus pero que respirar ya no me alivia. Me he sentido más desesperada que nunca antes pero al final de todo, he logrado encontrar dos tantos de claridad. Soy capaz de descuidar personas y relaciones y seres, y cada decisión que he tomado en este año ha venido a darme una bofetada en la cara. He querido abandonar todo, me he abandonado a mí misma, pero me he quedado, a fin de cuentas me he quedado, e intentaré hacer de mi estadía algo ________.
Sigo sonriendo por las mañanas y cada día recuerdo un poco más de mis sueños (que pensé había perdido). He querido gritar hasta por la ventana, que no encuentro solución para el estrés tan grande que siento por amar tanto a mi novia y que mis padres sean homofóbicos.
He tenido una vida simple y nada nunca, ni en la escuela ni en emociones ha sido complicado para mi, y así es como me gustan las cosas: simples. Ni más ni menos. Quiero días en los que ría y en los que pase lo que pase no hayan batallas. Quiero días simples, con una rutina simple sobre la cuál pueda insertar algunas sorpresas, porque esa pequeñita persona que soy necesita sentir el orden de la rutina para poder insertar después las sorpresas, si mi vida se vuelve en sorpresas siento que vivo en un caos.
Y perdónenme pero quiero oír aves al despertar y sí, si me afecta si un pájaro no vino a visitarme a mi ventana por toda una semana.
Quiero personas que no tengan un lío tan tremendo dentro de sí mismos como para que no presenten atención al mundo, no quiero personas que se ahogan en sus sentimientos, no quiero desorden ni caos ni violencia ni malos tratos ni caras enojadas. No quiero hablar de las cosas que me lastimaron una y otra y otra vez, aunque me sigan doliendo no quiero hablar de ellas porque nunca en la vida quiero estar ensimismada, no quiero pensar que soy el centro porque no lo soy y a veces me siento, no quiero que la vida se trate de cuanto gano y cuanto saco, de que tanto dormí hoy o de si eché a perder el trabajo que llevaba tres años haciendo, de cuantos cuadros debo pintar o de por qué dejé la pintura, no quiero que se trate de un ocho y del sentimiento de decepción que este me deja. Quiero que se trate de hacer las cosas y esperar nada a cambio.
Sí, en realidad quiero que se trate de nada. Y esa frase parece no caber en este mundo. Yo, y mi frase y mi manera de pensar muchas veces parecen no caber en este mundo. Porque quiero que la vida se trate de coexistir y no de transacciones. No quiero ser amada ni tener que ser amada, no quiero tener que entregar cada cosa que dibujo ni quiero dibujar si no siento las ganas de hacerlo, quiero hacer lo que quiero hacer, y quiero disfrutar cada segundo que tenga un lápiz en mi mano y los colores tan exquisitos de la acuarela.
Quiero dejar de pensar que cada paso que doy repercute en el resto de mi vida.
Fucking hell ¿A quién le gusta pensar eso?
Sé que prácticamente parece que pido una vida en la que no tenga que luchar por nada, pero esa no es mi intención, yo lo que quiero es luchar sonriendo y que la vida se trate antes de sonreír que de luchar.
lunes, 17 de junio de 2013
¿Por qué no me puedo dar por vencida?
¿Por qué no me puedo dar por vencida?
Y darle la espalda a la vida
¿Por qué no puedo?
¿Por qué he sido maldecida con la esperanza?
¿Porque no puedo huir de mi misma?
Arrancar mis cabellos, cortar mi piel, encoger las manos, arrastrar los pies.
Acecha mis pasos, la bondad no me deja.
Me retiene la conciencia, la empatía
la conciencia, las lágrimas.
Me convierto en errante.
Camino y camino sin destino final, vago de persona en persona.
No encuentro razones, no hay.
Entendimiento, comprensión, no encuentro.
Me convierto en fastidio, mi vida es un fastidio.
Mi cuerpo es un fastidio, mi sien es un fastidio, mi piel, mis manos.
Mi poca dedicación, mi estima, mis excusas.
Me convierto en desasosiego y lo propago.
Lloro, incesante.
Día con día me decepciono, lloro, me repugna mi ser
me harto de la misma cara con los mismos ojos rojos.
No respiro, no me tranquilizo, no hay calma.
Todo falta, todo en mí es ausencia.
¿Por qué no puedo dejar de decepcionarme?
¿Por qué no puedo simplemente esperar lo peor de cada persona?
¿Por qué no dejo que todos sean infelices?
Por qué soy yo tan... tan... así, pues, tan desesperada
tan imperfecta, tan llena de palabras llenas de mierda.
Tan llena de palabras llenas de nada.
Y darle la espalda a la vida
¿Por qué no puedo?
¿Por qué he sido maldecida con la esperanza?
¿Porque no puedo huir de mi misma?
Arrancar mis cabellos, cortar mi piel, encoger las manos, arrastrar los pies.
Acecha mis pasos, la bondad no me deja.
Me retiene la conciencia, la empatía
la conciencia, las lágrimas.
Me convierto en errante.
Camino y camino sin destino final, vago de persona en persona.
No encuentro razones, no hay.
Entendimiento, comprensión, no encuentro.
Me convierto en fastidio, mi vida es un fastidio.
Mi cuerpo es un fastidio, mi sien es un fastidio, mi piel, mis manos.
Mi poca dedicación, mi estima, mis excusas.
Me convierto en desasosiego y lo propago.
Lloro, incesante.
Día con día me decepciono, lloro, me repugna mi ser
me harto de la misma cara con los mismos ojos rojos.
No respiro, no me tranquilizo, no hay calma.
Todo falta, todo en mí es ausencia.
¿Por qué no puedo dejar de decepcionarme?
¿Por qué no puedo simplemente esperar lo peor de cada persona?
¿Por qué no dejo que todos sean infelices?
Por qué soy yo tan... tan... así, pues, tan desesperada
tan imperfecta, tan llena de palabras llenas de mierda.
Tan llena de palabras llenas de nada.
domingo, 9 de junio de 2013
Recordar la crueldad.
Recordar la crueldad.
Recordar la crueldad.
Recordar la crueldad.
Recordar la crueldad.
Recordar la crueldad.
Recordar la crueldad.
Recordar la crueldad.
Recordar la crueldad.
Recordar la crueldad.
Recordar la crueldad.
Recordar la crueldad.
Recordar la crueldad.
Recordar la crueldad.
jueves, 16 de mayo de 2013
Todoloqueunavezsuscitóenmiyyanoquierodentro.
Estoy enojada, porque veo de más, porque mi razón no me es suficiente
porque gana el impulso de reclamo, de odio.
De regresar lo que me han dado, cada insulto.
¿Por qué habrías de permitir eso, que me insultaran?
Que dijeran por todos lados y a todas las personas que me odian
¿Por qué has adulado eso?
¿Por qué?
La justicia llevo por bandera
Pesa
Y me reclama, hacia otros, hacia mi. Nunca calla.
La justicia nunca calla.
La justicia también odia, también venga.
Cada palabra, cada insulto.
No soy yo de las que perdonan.
Y no me fuerzo en intentarlo.
Quien vive con mala suerte y desdicha por algo ha de merecerla.
Me gana el impulso de gritarlo, que se lo ganó.
Se lo ganó.
Que no me importa más, ni ella ni su vida.
Porque somos iguales, ella desea mi desaparición y yo la suya.
Que se vaya, que se pierda, que no vuelva.
No me importa más.
Porque sé lo que me ha deseado y vuelca al vacío todo el tiempo en que yo deseé su dicha.
Yo deseaba su dicha.
Ya no.
Que se pierda, que reciba lo que le toca, que sufra, que duela, que no encuentre consuelo.
Mereces.
Que madures, que te veas al espejo, lo que eres.
Lo que eres.
Que te lleves tu música y tus coincidencias, la mirada al vacío que te dedican cuando te recuerdan.
Llévate toda las canciones que robaste, los poemas que yo dediqué y llegaron a tus manos, el capítulo que amas, la caras de caricaturas, los vicios, sus historias.
Que te lleves contigo, a algún acantilado.
Que cargues con cualquier recuerdo mío, y vomites de desprecio.
Y nadie acuda a tu llamado. Que te encuentres sola en tu desprecio.
Y que sientas verdadera desdicha, no tus dolores adolescentes que hace mucho debiste haber superado.
Que sepas que lo que das recibes, y no esperes nunca ni siquiera una pisca de cortesía.
Que despiertes al mundo.
Y entiendas que hay mucho más dolor y sufrimiento en él que en ti misma.
Que ni por un segundo es comparable, que entiendas que el tuyo no vale.
Ni tantito, que te veas en el espejo, egoísta.
Para que entiendas que esa ha sido tu vida desde hace mucho, tu espejo y tú.
Egoísta.
No hay paz ni condolencias, ni personas esperando perdonarte por tu años de ceguera.
No hay cortesía para ti, no hay calma, no hay lugares con silencios agradables ni llegarás a entender el vacío.
Lo siento pero no, por ti no, no hay gente esforzándose.
Que no halles paz, porque no la hay.
Que si hay alguien soy yo, con un odio que tú suscitaste, y que yo accedí a tener.
porque gana el impulso de reclamo, de odio.
De regresar lo que me han dado, cada insulto.
¿Por qué habrías de permitir eso, que me insultaran?
Que dijeran por todos lados y a todas las personas que me odian
¿Por qué has adulado eso?
¿Por qué?
La justicia llevo por bandera
Pesa
Y me reclama, hacia otros, hacia mi. Nunca calla.
La justicia nunca calla.
La justicia también odia, también venga.
Cada palabra, cada insulto.
No soy yo de las que perdonan.
Y no me fuerzo en intentarlo.
Quien vive con mala suerte y desdicha por algo ha de merecerla.
Me gana el impulso de gritarlo, que se lo ganó.
Se lo ganó.
Que no me importa más, ni ella ni su vida.
Porque somos iguales, ella desea mi desaparición y yo la suya.
Que se vaya, que se pierda, que no vuelva.
No me importa más.
Porque sé lo que me ha deseado y vuelca al vacío todo el tiempo en que yo deseé su dicha.
Yo deseaba su dicha.
Ya no.
Que se pierda, que reciba lo que le toca, que sufra, que duela, que no encuentre consuelo.
Mereces.
Que madures, que te veas al espejo, lo que eres.
Lo que eres.
Que te lleves tu música y tus coincidencias, la mirada al vacío que te dedican cuando te recuerdan.
Llévate toda las canciones que robaste, los poemas que yo dediqué y llegaron a tus manos, el capítulo que amas, la caras de caricaturas, los vicios, sus historias.
Que te lleves contigo, a algún acantilado.
Que cargues con cualquier recuerdo mío, y vomites de desprecio.
Y nadie acuda a tu llamado. Que te encuentres sola en tu desprecio.
Y que sientas verdadera desdicha, no tus dolores adolescentes que hace mucho debiste haber superado.
Que sepas que lo que das recibes, y no esperes nunca ni siquiera una pisca de cortesía.
Que despiertes al mundo.
Y entiendas que hay mucho más dolor y sufrimiento en él que en ti misma.
Que ni por un segundo es comparable, que entiendas que el tuyo no vale.
Ni tantito, que te veas en el espejo, egoísta.
Para que entiendas que esa ha sido tu vida desde hace mucho, tu espejo y tú.
Egoísta.
No hay paz ni condolencias, ni personas esperando perdonarte por tu años de ceguera.
No hay cortesía para ti, no hay calma, no hay lugares con silencios agradables ni llegarás a entender el vacío.
Lo siento pero no, por ti no, no hay gente esforzándose.
Que no halles paz, porque no la hay.
Que si hay alguien soy yo, con un odio que tú suscitaste, y que yo accedí a tener.
Esperando volcartelo en la cara algún día.
Y reír y encantarme con la primera persona que me ha llenado de los sentimientos que había desechado de mi misma. Que juguemos a ser la misma, la misma basura.
Porque es lo justo, si tu me escupes yo escupiré de vuelta, aunque signifique que ya no soy la gran persona madura que era.
Porque por hacerte ver que sólo recibes lo que das es que vale la pena.
Por una simple lección.
No soy de las que perdonan, o de las que callan, y tú, en tu arrogancia de adolorida piensas que tienes derecho a odiar y a insultar, a mirar con desprecio y a gritar tu descontento, sin conocer antes a los demás, así que tú, en tu arrogancia de adolorida, menos mereces perdón o silencio.
Es fácil la ecuación.
sábado, 11 de mayo de 2013
Shantal es el nombre más bonito del mundo
tiene esas curvas en cada letra, como si el nombre por si mismo pudiese extenderse
¿Saben?
Como si pudiera en él caber más letras, más nombres, puede albergar otros nuevos y variados,
puede hacerse muy corto o lo suficientemente largo.
Puede a veces, incluso mutar.
Puede dar cabida a los apodos, los tiernos y los ajenos.
S h a n t a l
¿Qué se sentirá habitar dentro de otra persona?
Ser de ella, ser con ella.
¿Qué tan dentro podría uno estar?
Epidermis, quizás, con mucha suerte (bueno, algo más que suerte) hasta el hueso.
Hay quien dice que se llega hasta las células.
Hay quien dice, quien grita, quien espera, quien llama, quien pide, quien extraña.
Shantal: ¿A quién podría amar si no es a ti?
A tu dulce forma de tocar mi cara cuando me besas
A la constante batalla que tienes contra mis pucheros, mi niña interior, sanando...
¿A quién habría de dedicarle mi vida, si no es a ti?
¿Cómo podría ser algún día contigo sino soy antes conmigo?
Mujer, musa, refugio, hogar, amparo, cobijo.
¿A quién podría amar si no es a ti? Que fuiste hecha para amarme y retarme en cada minuto.
¿A quién habría de dedicarle mi vida, si no es a ti? Por quién espero y canto.
tiene esas curvas en cada letra, como si el nombre por si mismo pudiese extenderse
¿Saben?
Como si pudiera en él caber más letras, más nombres, puede albergar otros nuevos y variados,
puede hacerse muy corto o lo suficientemente largo.
Puede a veces, incluso mutar.
Puede dar cabida a los apodos, los tiernos y los ajenos.
S h a n t a l
¿Qué se sentirá habitar dentro de otra persona?
Ser de ella, ser con ella.
¿Qué tan dentro podría uno estar?
Epidermis, quizás, con mucha suerte (bueno, algo más que suerte) hasta el hueso.
Hay quien dice que se llega hasta las células.
Hay quien dice, quien grita, quien espera, quien llama, quien pide, quien extraña.
Shantal: ¿A quién podría amar si no es a ti?
A tu dulce forma de tocar mi cara cuando me besas
A la constante batalla que tienes contra mis pucheros, mi niña interior, sanando...
¿A quién habría de dedicarle mi vida, si no es a ti?
¿Cómo podría ser algún día contigo sino soy antes conmigo?
Mujer, musa, refugio, hogar, amparo, cobijo.
¿A quién podría amar si no es a ti? Que fuiste hecha para amarme y retarme en cada minuto.
¿A quién habría de dedicarle mi vida, si no es a ti? Por quién espero y canto.
domingo, 28 de abril de 2013
domingo, 14 de abril de 2013
Carmelina Soto - Los amantes
Los que se amaron deben quedar ciegos.
Porque sus gestos sean sin sentido.
Porque sus brazos giren sin gracia ni provecho.
Como las tempestades...
ciegos.
Ciegos como banderas después de la victoria
o como las espadas
que están siempre desnudas y gloriosas.
Qué rencor por los ciegos
y por las tempestades.
Y por los que creen que el amor es la hartura.
Oídlo bien: El amor es el hambre.
Porque sus gestos sean sin sentido.
Porque sus brazos giren sin gracia ni provecho.
Como las tempestades...
ciegos.
Ciegos como banderas después de la victoria
o como las espadas
que están siempre desnudas y gloriosas.
Qué rencor por los ciegos
y por las tempestades.
Y por los que creen que el amor es la hartura.
Oídlo bien: El amor es el hambre.
martes, 5 de marzo de 2013
Decisiones
Tus decisiones te hunden.
Te equivocas.
Tus decisiones matan. Amarran.
Ahorcan.
Privan de libertad.
Encelan.
Decisiones, decisiones.
Lloran.
Tus decisiones son cuerdas, cadenas, amarres.
Tiempo infinito, soledad en un lugar de por sí desolado.
Tus arreglos, tus ganas de salvar el mundo, no has hecho nada más que hundir a sus criaturas, una a una.
Te equivocas.
Tus decisiones matan. Amarran.
Ahorcan.
Privan de libertad.
Encelan.
Decisiones, decisiones.
Lloran.
Tus decisiones son cuerdas, cadenas, amarres.
Tiempo infinito, soledad en un lugar de por sí desolado.
Tus arreglos, tus ganas de salvar el mundo, no has hecho nada más que hundir a sus criaturas, una a una.
Hay una constante batalla.
Una mujer, apenas madura.
Casi nada.
Batalla, batalla.
Contra su vivienda, su estado, su conciencia, sus sueños.
Todo en su contra.
Ella misma.
En su contra, en su contra. Batalla.
Ella se equivoca, se rompe. Destaza un cuerpo.
Se equivoca.
Sin saber su edad, tampoco puede saber el daño. El que ha provocado.
Le gusta sentirse víctima.
Y se burla, se burla, de su desdicha, de su miseria.
De su mal estado, de su corazón latiendo apenas con migajas.
No es amada, mucho menos comprendida. Se pierde.
Se burla.
No intenta nada. No. No hay intento. Lo ha matado.
Se encierra, en cuatro paredes, una mente, unas manos destrozadas.
Desde luego estoy celosa. Se robó una canción.
De su cinísmo, de su sentir, de ser ella, y no ser yo, de ser yo y no ella.
Estoy enloqueciendo en mi pasividad incorregible.
Exagerada.
Es precisamente en la exageración donde me ahogo.
Se va.
Se encuentran.
Se va.
La extraño.
La quiero para mi.
Dámela.
Ven.
Ámame.
Dejaré todo por ti. Ven. Bésame.
En la oscuridad bésame. Y empieza otra historia conmigo.
Déjame.
Cúrate.
Una mujer, apenas madura.
Casi nada.
Batalla, batalla.
Contra su vivienda, su estado, su conciencia, sus sueños.
Todo en su contra.
Ella misma.
En su contra, en su contra. Batalla.
Ella se equivoca, se rompe. Destaza un cuerpo.
Se equivoca.
Sin saber su edad, tampoco puede saber el daño. El que ha provocado.
Le gusta sentirse víctima.
Y se burla, se burla, de su desdicha, de su miseria.
De su mal estado, de su corazón latiendo apenas con migajas.
No es amada, mucho menos comprendida. Se pierde.
Se burla.
No intenta nada. No. No hay intento. Lo ha matado.
Se encierra, en cuatro paredes, una mente, unas manos destrozadas.
Desde luego estoy celosa. Se robó una canción.
De su cinísmo, de su sentir, de ser ella, y no ser yo, de ser yo y no ella.
Estoy enloqueciendo en mi pasividad incorregible.
Exagerada.
Es precisamente en la exageración donde me ahogo.
Se va.
Se encuentran.
Se va.
La extraño.
La quiero para mi.
Dámela.
Ven.
Ámame.
Dejaré todo por ti. Ven. Bésame.
En la oscuridad bésame. Y empieza otra historia conmigo.
Déjame.
Cúrate.
sábado, 23 de febrero de 2013
domingo, 17 de febrero de 2013
Nostalgia.
¿De qué se trata madurar?
Sé que por principio tiene una diferencia abismal con el "crecer",
no es cumplir años o acumular experiencias.
No es, sólo ser.
No sé como descifrar las mil y un fotos que tengo de mi crecimiento.
De mi adolescente. Inerte.
De mi, a través de muchos muchos días.
¿Cómo cuantifico cuánto creo que he crecido?
A quién le dedico mis logros, inerte.
Veo muchas muecas, muchas sonrisas, muchos gestos y alrededor de todo eso, muchos momentos que quise salvar.
Sentimientos encima de todo, de cada letra, de cada imagen.
El uso desmedido del "te quiero" del "te amo" del "te extraño",
el incesante eco en mis oídos de sus voces.
De las voces de quién he amado y quién no he podido sacar de mi corazón, nunca podré.
No sé hacerlo, para ser sincera. No sé cómo dejar de amar a la gente.
Y la gente me olvida, y siento que debería ser borrado de mi un ventrículo.
Pero no se borra, se mantiene, de vez en cuando palpita algo de sangre, de vez en cuando se queda en pausa.
Al final del día quien fui se duerme, quién soy no descansa.
Muta.
Una y otra vez muta.
Y me pregunto si existirá el día en que me canse de correr y de mutar con él.
Muta, muta tantas veces, tan seguido, y sé que es tan mío que corro tras él, no sólo para entender cada cambio, sino para intentar asimilarlo antes de que el siguiente llegue.
Y me pregunto cuando llegará el día en que me canse de correr tras él.
A veces no recuerdo mi edad, ni mi nombre.
A veces cuando corro, es porque estoy perdida. Y él no vuelve por mi, a buscarme.
Tengo una y otra vez que caminar y vagar sin descanso hasta llegar a su lado... y ver que ha mutado.
¿De eso se trata, es una infinita carrera contra mí misma?
¿Existen atajos?
¿Termina el juego en algún momento?
Ya no lo catalogo de inestable, la verdad es que ésta inestabilidad es la única estabilidad que tengo.
Y me siento cómoda en ella.
Y me siento.
En el momento, en éste preciso segundo. Tiene que ser ahora.
Te amo, con toda mi vida, te amo.
Y mañana mutaré a no sé qué, estaré en no sé dónde.
Pero hoy, ahora, te amo, a ti que lees esto. Porque no se trata de si compartí contigo mil memorias o una sola comida.
Si salimos o es la primera vez que sabes algo de mi desde hace años, porque acabas de leer algo que ha salido de mi alma, transparente.
Es cierto para mi, justo en esto momento, te amo.
Gracias.
Sé que por principio tiene una diferencia abismal con el "crecer",
no es cumplir años o acumular experiencias.
No es, sólo ser.
No sé como descifrar las mil y un fotos que tengo de mi crecimiento.
De mi adolescente. Inerte.
De mi, a través de muchos muchos días.
¿Cómo cuantifico cuánto creo que he crecido?
A quién le dedico mis logros, inerte.
Veo muchas muecas, muchas sonrisas, muchos gestos y alrededor de todo eso, muchos momentos que quise salvar.
Sentimientos encima de todo, de cada letra, de cada imagen.
El uso desmedido del "te quiero" del "te amo" del "te extraño",
el incesante eco en mis oídos de sus voces.
De las voces de quién he amado y quién no he podido sacar de mi corazón, nunca podré.
No sé hacerlo, para ser sincera. No sé cómo dejar de amar a la gente.
Y la gente me olvida, y siento que debería ser borrado de mi un ventrículo.
Pero no se borra, se mantiene, de vez en cuando palpita algo de sangre, de vez en cuando se queda en pausa.
Al final del día quien fui se duerme, quién soy no descansa.
Muta.
Una y otra vez muta.
Y me pregunto si existirá el día en que me canse de correr y de mutar con él.
Muta, muta tantas veces, tan seguido, y sé que es tan mío que corro tras él, no sólo para entender cada cambio, sino para intentar asimilarlo antes de que el siguiente llegue.
Y me pregunto cuando llegará el día en que me canse de correr tras él.
A veces no recuerdo mi edad, ni mi nombre.
A veces cuando corro, es porque estoy perdida. Y él no vuelve por mi, a buscarme.
Tengo una y otra vez que caminar y vagar sin descanso hasta llegar a su lado... y ver que ha mutado.
¿De eso se trata, es una infinita carrera contra mí misma?
¿Existen atajos?
¿Termina el juego en algún momento?
Ya no lo catalogo de inestable, la verdad es que ésta inestabilidad es la única estabilidad que tengo.
Y me siento cómoda en ella.
Y me siento.
En el momento, en éste preciso segundo. Tiene que ser ahora.
Te amo, con toda mi vida, te amo.
Y mañana mutaré a no sé qué, estaré en no sé dónde.
Pero hoy, ahora, te amo, a ti que lees esto. Porque no se trata de si compartí contigo mil memorias o una sola comida.
Si salimos o es la primera vez que sabes algo de mi desde hace años, porque acabas de leer algo que ha salido de mi alma, transparente.
Es cierto para mi, justo en esto momento, te amo.
Gracias.
martes, 12 de febrero de 2013
Ahí están ellas.
Dos manos, dos cabezas, dos pares de labios, dos orejas.
Ahí están.
Hablo de... mmm... no lo sé, no sé de qué hablo.
Tengo ésta imagen recurrente:
Dos manos, dos cabezas, dos pares de labios, dos orejas.
Dos manos, dos cabezas, dos pares de labios, dos orejas.
Ahí están.
Hablo de... mmm... no lo sé, no sé de qué hablo.
Tengo ésta imagen recurrente:
Dos manos, dos cabezas, dos pares de labios, dos orejas.
Un sentimiento extendido, hacia el infinito, hacia una profundidad más compleja.
Pegadas como mueganos se sostienen dos almas.
A veces flotan, a veces tocan la tierra con la punta de los pies.
Desfilan, intocables, infinitas.
Ahí estamos, siendo.
Me gustan los días en casa, me gusta, sobre todas las cosas,
ver una película nueva, que me llama como si fuera un teléfono sonando
riiiing, riiiing, dame una oportunidad
y la veo
y sientes ese efímero momento, como si el universo te dijera ¡Pon atención, necesitas ver esto!
Y te estoy dando la oportunidad de que lo veas sin distracciones, míralo, pon atención.
Sé como suenan éstos escritos... Uno escribe "universo" y el texto se vuelve hippie en su esencia.
Pero yo no quiero eso.
Quiero decir, que necesitabas estar en ese momento y aprender algo.
Sí, exacto, de eso se trataba, de aprender.
Entonces, regresemos. Estás sentada y sientes que necesitas en ese momento estar abierta a aprender algo.
Y la tele, jajajajajajaja, la tele.
¡LA TELE! (que tonterías digo)
La tele, una película que por error está en la tele te va a enseñar algo.
Y la estúpida, muy estúpida cajita de televisión te dice:
Sé agradecida.
Jajajajajajaja, sé agradecida.
No dices gracias lo suficiente.
No eres lo suficiente agradecido.
Jajajajajajajajaja.
¿Listo?
Ahora piénsalo bien, puedes ya apagar la tele, porque la película ya se acabó y no hay nada y te sientas.
Y estás, estoy en casa sola.
Y estás conmigo.
¿Verdad que podrías ser más agradecido?
ver una película nueva, que me llama como si fuera un teléfono sonando
riiiing, riiiing, dame una oportunidad
y la veo
y sientes ese efímero momento, como si el universo te dijera ¡Pon atención, necesitas ver esto!
Y te estoy dando la oportunidad de que lo veas sin distracciones, míralo, pon atención.
Sé como suenan éstos escritos... Uno escribe "universo" y el texto se vuelve hippie en su esencia.
Pero yo no quiero eso.
Quiero decir, que necesitabas estar en ese momento y aprender algo.
Sí, exacto, de eso se trataba, de aprender.
Entonces, regresemos. Estás sentada y sientes que necesitas en ese momento estar abierta a aprender algo.
Y la tele, jajajajajajaja, la tele.
¡LA TELE! (que tonterías digo)
La tele, una película que por error está en la tele te va a enseñar algo.
Y la estúpida, muy estúpida cajita de televisión te dice:
Sé agradecida.
Jajajajajajaja, sé agradecida.
No dices gracias lo suficiente.
No eres lo suficiente agradecido.
Jajajajajajajajaja.
¿Listo?
Ahora piénsalo bien, puedes ya apagar la tele, porque la película ya se acabó y no hay nada y te sientas.
Y estás, estoy en casa sola.
Y estás conmigo.
¿Verdad que podrías ser más agradecido?
domingo, 10 de febrero de 2013
¿Qué se siente decir adiós?
¿Qué se debe sentir?
¿Tristeza? ¿Alegría? ¿Ambos?
Qué se siente tener una parte menos, saber que estás incompleta.
Tener tanto espacio vacío. Solo. Desolado.
¿Qué se siente?
Intento averiguarlo.
Intento con todas mis fuerzas pararme de ésta cama.
Dejar a un lado la computadora y por unos segundos, aunque sea sólo unos segundos permanecer parada.
Desolado.
Je suis desolée "Lo siento mucho"
Lo siento mucho.
Intento averiguarlo, pero por el momento lo dejo.
Me aferro a una chamarra y una camisa como si me devolvieran el pasado.
Tengo tantos recuerdos abarrotados, esperando salir. Salen, todos al mismo tiempo.
Todas las mentiras.
Todos los abrazos que me faltaron.
Todas las palabras que no dije pero que sé que sabe.
Y por dentro sientes que entiendes la palabra familia.
Todos los abrazos que me faltaron.
Cuántas veces debí pedir perdón.
Su mano fria.
Me aferro a unas prendas.
Duermo.
¿Qué se debe sentir?
¿Tristeza? ¿Alegría? ¿Ambos?
Qué se siente tener una parte menos, saber que estás incompleta.
Tener tanto espacio vacío. Solo. Desolado.
¿Qué se siente?
Intento averiguarlo.
Intento con todas mis fuerzas pararme de ésta cama.
Dejar a un lado la computadora y por unos segundos, aunque sea sólo unos segundos permanecer parada.
Desolado.
Je suis desolée "Lo siento mucho"
Lo siento mucho.
Intento averiguarlo, pero por el momento lo dejo.
Me aferro a una chamarra y una camisa como si me devolvieran el pasado.
Tengo tantos recuerdos abarrotados, esperando salir. Salen, todos al mismo tiempo.
Todas las mentiras.
Todos los abrazos que me faltaron.
Todas las palabras que no dije pero que sé que sabe.
Y por dentro sientes que entiendes la palabra familia.
Todos los abrazos que me faltaron.
Cuántas veces debí pedir perdón.
Su mano fria.
Me aferro a unas prendas.
Duermo.
martes, 22 de enero de 2013
Hay días en que me siento terrible, verdaderamente terrible.
Y no encuentro por qué.
Hoy fue esos días en donde todo me enoja sin razón aparente.
Y la verdad es que si hay una razón, debajo de todo siempre hay alguna.
No por tu causa, por la mía.
Porque sí, dije la verdad, hoy quería gritar, y enojarme con el mundo.
Y de hecho, gritarle al mundo.
RECLAMARLE es la palabra correcta.
Demos gracias a qué la persona correcta siempre está a mi lado.
En fin, todas estas palabras dramáticamente acomodadas quieren decir algo.
"Feliz cumpleaños Tío"
Un año más te canto...
Y no encuentro por qué.
Hoy fue esos días en donde todo me enoja sin razón aparente.
Y la verdad es que si hay una razón, debajo de todo siempre hay alguna.
No por tu causa, por la mía.
Porque sí, dije la verdad, hoy quería gritar, y enojarme con el mundo.
Y de hecho, gritarle al mundo.
RECLAMARLE es la palabra correcta.
Demos gracias a qué la persona correcta siempre está a mi lado.
En fin, todas estas palabras dramáticamente acomodadas quieren decir algo.
"Feliz cumpleaños Tío"
Un año más te canto...
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