Dos manos, dos cabezas, dos pares de labios, dos orejas.
Ahí están.
Hablo de... mmm... no lo sé, no sé de qué hablo.
Tengo ésta imagen recurrente:
Dos manos, dos cabezas, dos pares de labios, dos orejas.
Un sentimiento extendido, hacia el infinito, hacia una profundidad más compleja.
Pegadas como mueganos se sostienen dos almas.
A veces flotan, a veces tocan la tierra con la punta de los pies.
Desfilan, intocables, infinitas.
Ahí estamos, siendo.
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