lunes, 2 de abril de 2012

Me explican en clase cuanta confianza te puede dar un acierto.
Me pregunto en este momento.
¿Qué pasa si aciertas? ¿No es lo doble de malo?
Saber que se siente estar bien y querer desesperadamente regresar a ese sentimiento. Y ante la frustración de no encontrarlo caer, cada vez más en el vacío y en el oscuro.
Es como cuando estás enamorada y sufres por no poder regresar a ti ese sentimiento de grandeza.
Por saberte una e incompleta.
Yo creo que tal vez, el error en dicha frase no está en la palabra "acierto" sino en el entendido de que el acierto viene de algo externo.
Si basas tus aciertos y tu entera estabilidad en algo externo tienes que recordad que en cualquier momento eso puede ser retirado de tu presencia. Ahora, no exageremos, no digo que privemos de todo valor lo externo, digo que lo entendamos como un plus en vez de considerarlo la causa.
Mi maestro cambia rápido de tema, mi maestro está lastimado, del ego y de la confianza, y lo traza directamente hacia el grupo en forma de un discurso completamente amenazador en su último esfuerzo de hacernos creer que él confía en si mismo. Pero es inútil. Este grupo sabe de psicología -por desgracia- y podemos leer sus palabras, escogidas inconscientemente y que vislumbran con color rojo las grietas en el discurso.
"Y no es que sienta que ustedes me odian."
"No todos somos perfectos."
"No me voy a sentir mal por eso, de hecho no me importa."
¿Lo ven?
1.- No me siento reconocido.
2.- No juzguen mis fallas.
3.- Me lastima.
Pero no hay nada que hacer, es labor de un profesor pasar por esto y es algo para lo que debió estar preparado.
Tendrá que aprender.
¿Ven el cinismo? Unos alumnos enseñándole a un maestro.
¿Ven también, que no hay cinismo? ¿Por que no puede un alumno también enseñar? ¿Por que nos rehusamos a aprender de los niños?
Por jerarquías impuestas que se basan en nada y que todos respetan.
Por eso es que el maestro tiene primero que ser un ser en sí mismo, con una muy evolucionada inteligencia emocional. Y eso es algo que se le olvidó explicar a las demás escuelas cuando te dijeron que ya podías ser maestro.

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