Acabo de aprender algo, tan grande.
No pensé que llegaría, en realidad ni lo conocía.
TAN GRANDE.
Mis meses valieron, uno a uno, todas mis penas.
Aprendió algo, recibí una pequeña muestra de lo que espero
sea una mentalidad y una forma de vivir aún más grande.
Di la semilla, con todo mi amor y hoy vi cómo germinó.
Uno a uno, incluso si hubieran sido 10 u 11 meses, todos habrían valido todas mis penas vividas.
Aprendió.
Y es infinitamente grato.
Y es más grande que el hecho de que no esté conmigo.
Va a estar bien, sin mi.
(Por un momento -al fin, después de todo este tiempo- tuve la certeza de quele tengo un amor verdadero, amor, no fantasía, no ilusión, ni cariño, amor.)
Que agradecida me siento. (Y qué triste el no poderlo compartir)
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