miércoles, 12 de noviembre de 2014

Escuchar a Lafourcade me hace siempre sentir melancólica, en especial esas últimas que he repetido ya por meses.

"Que tú eres mi vida, que no quiero a nadie más que a ti"
Que cosa tan más bonita ¿No? Que alguien pueda sentir algo tan bello que no quiera a nadie más, y lo pueda decir en voz alta, aunque sea sólo en una canción.
Los días han pasado lentos, de pronto le temo al gris, que en otra ocasión había alabado, y ahora que lo pienso, creo que lo hice por miedo.
¿Quién no tendría miedo de ser otra cosa que no es sí mismo?

"Que tú eres mi cielo, todos mis consuelos..."
Que cosa tan magnífica es un beso. De esos que te recorren por dentro. Que te dejan temblando, y cuando abres los ojos el mundo pareciera otro.
He de confesar que soy de las que tiemblan, el cuerpo se me hace agua y se precipita en cuanto sabe que está sintiendo algo tan magnífico.

"Dale a mi boca la ilusión primera..."
He estado pensando, qué caso tendría llorar por algo que no me hizo temblar.
Algo que no anhelaba con toda mi energía, con cada suspiro, con arrebato único, me esforcé (aunque no demasiado) pero el esfuerzo no se traduce en deseo. Quizás no te deseaba.
Es fácil, sin embargo, que la desilusión nos empañe los ojos.
Ay, Alina, ay Shantal, ay, ay todos mis amores, todos mis besos, Paco, Alfredo, ¿Cuál era el nombre del rommie de Elías?, Nino, Axel, Ingrid, Alejandra, todos ustedes se han llevado mis besos, mis días de cielo vasto, también aquel geólogo del IPN que dejé en una fiesta, también besé con desespero al chico que le gustaba a mi mejor amiga en la secundaria, al amigo de mi mejor amigo en la preparatoria.
Que cosa tan magnífica es un beso, es una inscripción profunda en la historia de un otro.
No puedo sino verte de lejos y pensar que te llevaste un beso mío.
Bueno, malo, ebrio, sobrio, con desgana, con desamor, con apego, con obsesión, con dulzura, con ilusión tierna, con desapego, con nada más que furia.
Magnifica cosa es un beso.

"Porque llevas de rutina la caricia más divina, el amor acaba"
Los días han pasado lentos.
Las noches se hacen pequeñas y el insomnio lo he sobrevivido riendo con mi hermano.
He acordado salir en citas, algunas trágicas y otras más románticas.
Me esfuerzo por flotar encima del agua, pienso que el mar me espera.
Ahora sólo me quedan unos días (que me he dado a mí misma) y pienso pasarlos de la manera más mundana que encuentre. Me desharé por completo de este impasse.

"Que pague con diamantes, su pecado"
Lo dejaré poco a poco con las horas. Por momentos siento el desespero de recuperar todo lo que tenía, toda esa alegría, pero por ahora me doy licencia.
Respiro, a las 4 am (cuando menos me deja dormir el insomnio) sonrío.
A las 4:01 cierro los ojos, levanto las manos y y respiro.
No soy más que un viaje en bicicleta. Pienso a veces que me gustaría poner lo pies y descansar, pero en cambio sólo bajo el ritmo, tomo el camino más verde... y sigo pedaleando.


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