Adéu. Hasta pronto, te quedas en pequeñas piedras y en pequeñas hormigas, buscarás desde ahora en el crepúsculo tus caricias.
Meva. Mía te llamaba, pero mía no podrías haber sido, criatura tierna, llena de luz blanca. Apenas entendida, apenas vislumbrada.
Ultima. Finita, aquella sensación, lejano el día en que por primera vez te sostenía. Dejaste en mis brazos el recuerdo de tu peso.
Llum. Como estela viajabas, de aquí hasta la luna, llegabas en brincos a tu último destino. Regalaste a mis brazos tú último suspiro, regalé a tu alma mi última luz. Mi Alba.
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