Es importante documentar tu vida, porque al fin y al cabo, nunca he confiado en mi memoria selectiva.
Así que cuando lea esto dentro de unos años sepa, que pasaba conmigo.
Así como escribo para liberarme de crisis también escribo para aferrarme a sentimientos.
Y aprendizajes.
Ayer aprendi mucho.
Nunca pensé que podría sentir tanto. Yo pensé que uno sentía y punto, pero hay cosas que se sienten más, como las tragedias, como el amor.
Como que mi alma implotaba, y yo sólo podía sonreir, agradecer.
Que las personas que se presentan en mi vida me quieran tanto. Que me escuchen.
Que tengo quien me levante. Y quien me de sonrisas todos los días.
Tengo amor incondicional. Y lo presumo.
Ayer reí hasta que me dolío la cara y el estómago.
Y disfrute el momento, no pasado y no futuro, sólo presente y sonrisas.
Y abrazos, mis amigos y el sol.
Sin inhibiciones y sin zapatos.
Descubri que soy la hermana mayor y que asi como protege, molesta.
Y toda esa bola de gente, que cuando conocí por primera vez me
hizo reir cada día hasto hoy, toda esa bola de gente, que conforme pasaron los días
se fueron conviertiendo en mis hermanos y fueron tomando forma
en mi corazón.
Toda esa bola de gente que me da mucho más de lo que yo les doy y me quita mucho más de lo que les quería dar.
Todos ellos son mi corazón y mis adolescencia que cada vez se pierde un poco más.
Sólo me queda agradecer que sean ellos, entre todas las personas que pude haber conocido, los que crecen conmigo y me acompañan en el camino.
Y que no importa si decido salir a caminar descalza, pues ellos siempre cuidan mis pasos.
Los amo hermoso quinteto de amor.
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