domingo, 5 de junio de 2011

Este es un resúmen.

Alvarez Vega Doña pienso mucho y no exteriorizo nada.

Esta es mi clase de pedagogía no. 125
A ti, que lees esto, te la invito.
Eres quien conoce mis pensamientos y por tanto te pido me pierdas el desapego.
Porque si, a mi sí me gustan las críticas. Júzgame, por favor.
Entonces llego a la clase. Es de amor.
Mi tema.
No es de amor, es de familia.
Es de traumas y es de control.
De dejar ir las cosas.

Hola, no te puedo salvar y eso me carcome.
Ahora empiezo hablar hacia mi misma: Soko, deja de pensar que vas a salvar el mundo.
Oye, yo también tengo quien me haga sonreir.
Oye, no me cortes la mirada, te soy sincera y me duelen las palabras, pero no, no puedo salvarte.

Oye, ya deja de hacerte la víctima, que él único en tu contra eres tú mismo.
Oye, déjame entrar. Ya sé, ya sé, no te puedo salvar.
Pero te puedo acompañar.
No, no te diré como vivir o que pensar, ni que sentir.
Sólo te quiero acompañar.
Oye, regalame una semana. Un día.
Piensa en lo que digo y óyeme. Yo sólo te quiero acompañar.
Y sentarme a tu lado por una semana.

Y sentarme a mirarte de cuando en cuando tocando tu mano.
Nunca esperando. Nunca esperando.
Yo sólo te quiero acompañar.

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