Qué lastre esto de la comunicación.
Qué lastre esta gente que piensa que tiene derecho a saber todo de mí, a juzgarme si no comparto algo.
Me preguntó con una cara que no dice otra cosa sino "te estoy juzgando",
me preguntó con los ojos clavados en la decepción "¿qué te pasa?"
y yo respondí "¿qué te pasa a ti?" casi como si fuera un juego de copiarnos.
¿Por qué no me dices? ¿Qué pedo contigo?
y la mirada sigue ahí, como si su desaprobación fuera a herirme
y en consecuencia fuera yo a soltar la sopa.
No.
No la suelto.
Mis pensamientos, mis actos, mi vida, mi cuerpa. ES MÍA.
Para mí, no para compartirla.
No para tu entretenimiento o cuestionamiento.
Para mí.
Y si no quiero, no la comparto.
Mierda ¿qué tan difícil es entenderlo?
Definitivamente a veces una queda como metiche cuando se preocupa por algo o alguien, y pues no queda mas que esperar que la persona manifieste que quiere externar lo que le sucede para no hacerle sentir violentadx.
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