miércoles, 30 de mayo de 2012

Soñé que le decía:
"Mira wey, si quieres ya salir de ahí, puedes hacer dos cosas: decidirlo y decidirlo. Siempre es la misma historia y todos se regocijan en su derecho a sentirse miserables y a reclamarselo al mundo. El mundo no tiene la culpa. NADIE LA TIENE. Deja de sufrir por las cosas circunstanciales. Ni tú ni yo elejimos a nuestros padres. Ni tu ni yo elegiremos cuando morir y debido a que. Deja de sufrir."
Y él lloraba y lloraba... y lloraba.
"No puedo" me dice.
Y yo le decía: "Si puedes. Sí, lleva tiempo, lleva tiempo, lleva tiempo, lleva tiempo, hoy."
Y luego cambia la escena y todo es negro.
Y sólo puedo escuchar mi propia voz.
"Empieza hoy."
Me despierto y me desconcierto. 
La voz sigue ahí.

Yo sé que los sueños son míos y todos los personajes en ellos soy yo. Yo y mi reflejo. Los sueños son el lugar más ególatra del mundo. Algo habría que aprender de ellos. 
A alguien tendría que escuchar con más atención. 
A mi. 

(Resulta que sleep de GYBE es el mejor soundtrack que he encontrado para escribir.)

martes, 22 de mayo de 2012

Para ti.

No tengo idea de como hacer salir las letras...
hoy, me pesan, dentro...
Y quiero sacarlas, en forma de algo que reluzca, que brille.

Pe ro me cue s ta tan to, me
pesan
tan to.

Tengo en mi mente la cara de una mujer.
Es hermosa y llora.
Llora y sonríe cuando seco sus lágrimas. Toco su cabeza.
Es increíble lo que me está contando con sus manos antes de que su boca siquiera comienza a formular frases.
Siempre hago esto cuando alguien me abre parte su alma...
Escucho con atención, como si estuviera leyendo las palabras que salen de ellos... a veces parezco distraída y es con nula intención, es que leo en el aire cada palabra, tratando de que en el texto completo se subrayen en amarillo las claves para entender esto.
No digo una sola palabra mientras hablen. Una sola.
Cuando acaban de hablar, miran mis ojos, buscando respuesta, la solución. Y me hace sentir tan mal el no poder decir "Ve y reza diez padres nuestros y dos aves marías y tu vida regresará a ti."
Nadie puede...
Tengo que decirle la verdad, que no hay nada que yo pueda hacer por ella, que esas batallas suceden de la piel hacia dentro y ahí no puedo entrar.
Amo las lágrimas, creo que es de los pocos lugares en los que uno no se puede mentir, ni a los demás nia sí mismo. Cuando hay lágrimas, hay verdad. Y las agradezco.
Estoy enojada, porque no debería existir este sentimiento. Declaro la guerra en cuanto ella lo expone.
Porque ella no lo merece.

Esta es la primera vez que hablamos de algo como esto.

"Me cuesta muchísimo trabajo hablar de estas cosas" (Lo veo)
"Nunca, hablo con nadie..."

Le doy las bases. Hablo por horas, literalmente horas... Muere mi reloj. Que me importa...
La garganta se reseca y tomo de un jalón mi té de menta. A lo lejos veo a un amigo, una vez un amor. Que me importa...

Que
me
importa

Me importa ella.
Nadie nunca le dijo que sí, todos nos sentimos mal, a todos nos avientan pedradas.
"La gente puede ser muy cruel... podemos."
"Lo somos." le respondo.
Nadie le avisó, que para construirse necesita un piso propio y no uno impuesto. Ni regalado.
Cuando el piso es tuyo, tu sabes a quien dejar que lo pise, y con qué zapatos.
Cuando el piso te lo dieron, todos entran y salen con botas y con tacones y lastiman y marean.
Ella sabe el problema "Tengo que trabajar en eso."
Lo sabe pero no sabe cómo. Le doy mi sonrisa. Le digo cómo hacerlo.
Le digo, aunque ella lo sepa, que vale la pena.
Que para dejar de sentirse mal, hay querer dejar de sentirse mal.
Que todos tenemos heridas, pero hay que superarlas.

Voy a subrayar superarlas. Porque parece que todos lo saben, y todos lo entienden, y NADIE LO APLICA.
Superar las cosas no es guardarlas para que cuando me sienta mal, pueda sacarlas y sentirme peor.
No significa "Voy a olvidarlo para sentirme bien en este momento pero en tres semanas o tres meses me voy a preguntar por qué la vida me trata tan mal, y me sentiré mal de nuevo. Entonces lo guardaré de nuevo, para sentirme bien, una vez más. Y en tres meses... o seis... lo encontraré o por casualidad llegará a mi cabeza, y pensaré ¿Por qué carajos la vida me trata tan mal? Y como un edificio mal construido me caeré... Pero tengo cemento, cemento de olvido. Y lo aplico en las grietas. Y lo olvidaré... No lo enfrentaré. Lo olvido, así hasta que dentro de unos meses... o unos días, vuelva a caer en el círculo."
Así se pierden años de vida... En el círculo.
Así se pierden vidas.
Nadie les avisó que para salir del círculo, hay que decidir algo. Algo primordial.
"Renuncio a mi zona de seguridad. Dónde me siento mal y me doy licencia para seguirme sintiendo mal por mucho más tiempo. POR QUE TENGO RAZONES PARA SENTIRME MAL. Es mi derecho sentirme mal."
Renuncio a tener excusas para hacerme sentir mal.
Cuando comience el círculo, lo único que tendré que hacer es:
Sentirme mal, saber que está bien sentirme así, pero no olvidarlo, no guardarlo. Enfrentarlo. ¿Puedo arreglarlo? . ¿Puedo detenerlo? . ¿Puedo hacer, que deje de doler? .
"Esto pasó. Y dolió. Pero es momento de que lo deje ir. No sé por qué fue así, no sé porque a mi, no sé ni lo sabré... Es momento que lo deje ir... Por mi, por mi bien. Por mi. Perdonar a quién me lastimó, por mi.
Ya pasó, y quiero seguir..."



domingo, 20 de mayo de 2012

бесконечный


infinito, ta.
(Del lat. infinītus).
1. adj. Que no tiene ni puede tener fin ni término.
2. adj. Muy numeroso o enorme.
3. m. Lugar impreciso en su lejanía y vaguedad. La calle se perdía en el infinito.
4. m. En una cámara fotográfica, última graduación de un objetivo para enfocar lo que está distante.
5. m. Valor mayor que cualquier cantidad asignable.
6. m. Mat. Signo (∞) con que se expresa ese valor.
7. adv. m. Excesivamente, muchísimo.



Hay algo en esto (y en ella), algo que quiero recordar por siempre. Y no es que no confíe en mi memoria (que bien, todos sabemos que mi memoria a veces apesta) pero, en realidad no sé cómo explicarlo. Hay algo en esto, en mi, que quiero que se quede.
En esta edad. El próximo año habré mudado por completo el paquete de huesos con los que crecí en la adolescencia y mi última infancia. Hay algo que cambia y cambiará.
Dentro, hay algo que espero que permanezca.

Es enorme, de un azul nuevo. Una inundación. Una sobresaturación de blancos.


A veces siento que los momentos compartidos son una película, y el trailer de esta aparece en mi mente sin aviso previo. Y puedo ver su sonrisa, su espalda, su gesto, en cámara lenta el como se acerca. Puedo ver, la montaña enana en la que reposamos viendo las luces.
Esta no es una representación visual de un sentimiento, es la experiencia indirecta de ello.
Hay algo, que resuena en mis latidos, que me corta el aliento, acelera todo proceso y convierte el tiempo, es algo como una esfera y es casi como si la pudiera tocar; es de ese blanco del que era la luz cuando estábamos en la burbuja.
Es algo único, es bello, no tengo idea de que es.
No tengo idea de como creas o creamos eso y no tengo palabras para describirlo... pero está ahí.
Por alguna razón se que esa esfera es lo que debo cuidar, es algo preciado, un tesoro. Hay algo que me dice: "Esto es lo que has estado buscando." Y me siento afortunada, de tenerlo a los 20 años.
No estoy en la cumbre, pero lo que encontré es perfecto. Y no pienso detener mis pasos, ni hoy ni nunca.
¿Por cuánto lo quieres recordar? Infinito.
¿Hasta cuándo lucharás? Infinito.
¿Fecha límite? Infinito.
¿Cuánto la amas? Infinito.




Hay algo en este momento, dentro.
Cuento con algo, en este momento, dentro.


La esfera es del blanco de aquel día, la esfera brilla.
Dentro.
Esperanza, dentro.


No tengo muchas razones, tengo sí, muchas seguridades. Tengo el sentimiento de lo correcto.
Tengo el discurso interno. Tengo sí, mil razones. Pero no las necesito.
Sigo siendo una contradicción, tal vez sigo cayendo. No he terminado de crecer. Tal vez no busco el estadío de lo perfecto. Pero nada de eso importa, al menos no a mí.
Encontré.
Y cambiarán las estaciones, el viento, el sol, las nubes. Pero esto, esto se queda.
Esto se guarda. Se protege. Se ama.
CON TODA MI VIDA. 





Eso es el infinito...




"If the doors of perception were cleansed everything would appear to man as it is... INFINITE."

miércoles, 16 de mayo de 2012

Esta es la primera y única entrada que haré en este estado de extrema sensibilidad.
(O como se llame, o como lo quieran entender.)
Me quiero deshacer en llanto.
No me estoy ahogando en dolencias. Nadie me ha lastimado.
Pero me quiero deshacer en llanto.
¿Por qué?
Alguien ayúdeme a responder.
Estoy sintiendo...
El hermoso recorrido de las emociones por mi cuerpo, estoy sintiendo. Agrietan mi armadura, mi persona, mi máscara, con la que combato el mundo.
Las cosas, me llegan. Impactan directo a mi alma...
Ya no hay muro que las contenga...

Esta es una mujer de palo, con maderas de antaño, con remaches, con parches. Mi madera no se quiebra, pero existen gubias para trabajarla. Mujer de alambre inoxidable.


Por si no lo sabían, arriba de mi cabecera pinté con azul el signo de infinito, ilumina mi cuarto blanco. Hoy desperté y el azul había cambiado con la luz del amanecer, era casi fosforescente. Ilumina. Es la mejor decisión que he tomado en años, no importa que sea ahora, en mi cuarto, en mi cabecera, estoy segura.



viernes, 11 de mayo de 2012

De los días olvidados y las experiencias en pausa

Una de las cosas que más me dolió (y me dolió en el ego) fue leer en uno de mis tantos apuntes de pedagogía (Creo que es obvio en que clase) la siguiente frase:

 "Si me quieres te quiero, pero solo mientras estés conmigo. Si no estás conmigo, no te quiero. Eso no es amor."

Me llegó como flecha al pecho, me desangré a momentos. Y qué bueno, que pude derrochar la sangre tibia y sucia del ego.
Es tan cierto. Es tan cierto.
Que difícil es encontrar amor entonces. Amor puro. Que desde donde estés y con quién estés se sienta. Claro que no es tarea fácil dejar ir a quien amas pero, quizás si es tarea fácil. Quizás sólo hay que acordarse de que en sentimientos no hay propiedad privada. A mí no me pertenece nadie y sobre nadie he de regir. 
Hay que sentarse un rato en el pasto y saber que el momento que escurre entre susurros es el que tienes que estar valorando. 
¿Por qué nos costará tanto aceptar la felicidad ajena?
Quiero pensar que es añoranza, es un "llévame contigo, yo también quiero ser feliz."
Pero (claro, hay un pero) no hay manera de encontrar la felicidad si no buscas, sin guía, sin mapa, sales y buscas, por ti y para ti, tu felicidad pocas (o nulas) veces será la mía. Por eso no te puedo llevar, porque mi camino y el tuyo desembocan en diferentes ríos.  Te acompaño. Tomo tu mano y no te suelto, pero la caminata es tuya.

¿Crecer? Una vez me dijeron, que crecer es hacerse cargo de uno mismo.
"Que cada quién se haga cargo de sí mismo" me repitieron por ya -casi- dos años.
Y aún no encuentro mejor filosofía que esta frase tan simple. Hazte cargo de ti mismo.
No puedo cargarte, puedo acompañarte. Hazte cargo de ti mismo.
Hazte cargo de tu felicidad. Crece. Madura. Hazte cargo de tus días, de la manera en que respondes a tanta agresión del mundo exterior. 
"Hazte cargo de ti mismo" lo engloba todo, ni siquiera tengo que hacer de nuevo la anotación de que necesitas cambiar tú para cambiar a tu entorno. 
Sé cuán ingenuo suena todo esto, quizás, para quien no me ha escuchado antes hablar de la actitud que se tiene que tener frente a la vida. Quizás porque nunca hablo de eso. Sólo se queda en mis pensamientos.
Bueno, por una vez quisiera hilar ideas y hacerlo externo.
Yo no creo en la suerte, pero la agradezco. Yo estoy consciente del mundo, que gira a mi lado y que la mitad se anda deshaciendo. Pero eso no me quita esperanza. Si cambio yo, cambia mi entorno. Son hechos simples, respondo las agresiones con entendimiento, me mantengo seria, no es mi intención el arrepentimiento sino la reflexión ¿Ven, que importante es?
La reflexión.
Yo miro a los ojos, y pido explícitamente que necesito ser escuchada. Y hablo, con palabras bien escogidas, no quiero lastimar, quiero reflexión.
"Mamá, no me importa lo que tenga que hacer o por lo que tenga que pasar, si me vuelves a lastimar así me voy a ir." 
"Jajajajajaja ¿Y a dónde vas a ir?"
Eso es justo lo que estoy tratando de decir, no tengo a dónde ir, no sé a dónde ir, y más importante, no me quiero ir. Pero tampoco quiero ser esa persona que se "adapta" a un estilo de vida hiriente. Yo no quiero tener que soportar llorar en la noches ni armarme de canciones y fortalezas psicológicas con tal de que el dolor que me provocas penetre en mis adentros.
No quiero vivir una filosofía vacía. No me quiero ir, pero me estás lastimando.
Por favor, escucha un momento, no es un dolor en la cabeza, es un dolor real, que puedo sentir en los huesos, puedo sentir que se me escurre de las manos la esperanza. Eso es lo que está pasando. No está en mi mente, lo estoy viviendo. Estoy apagando de a poco la energía que reservo para disfrutar la vida. Esta casa no me guarda, me siento pesada en ella, que no quepo. 
Esto es lo que intento decir: no me quiero ir.
Y tampoco quiero que te sientas culpable, quiero que entiendas que hay soluciones. Que sí, está también dentro de tus manos el poderme ayudar. Porque sé que no eres tú a veces, es tu ira. Es tu frustración acumulada en años y en sucesos insignificantes diarios.
Pero está dentro de ti, dentro de ti decidiste que estaba bien sacar esa frustración contra mi y contra esta casa, contra tus hijos y contra tu pareja. Que era un alivio y que es tu derecho el externarlo.
Es algo que puedes controlar, es algo que puedes decidir enteramente, antes de perderte en tu ira hay un segundo, es sólo un momento y es el único que puedes tomar antes de ese camino sin regreso. En ese momento decides no sentirte acorralada por tus sentir, decides que no quieres lastimar, ni a los demás ni a ti misma. Es el único momento que tienes para abrir los puños y dejar que entre la calma. De a poco serán dos momentos, luego tres, luego un control entero.
Si decides tomar el momento, podemos platicar. Puedo decirte que es lo que estás haciendo que me lastima y puedes hacer lo mismo conmigo. Puedo ser sincera con esa persona, con la que escoge la calma, con la que escucha y le puedo decir "Necesito sentir que me apoyas, quiero que me digas que voy a estar bien, por favor, sé por un año más mi protectora, mi escudo, dime que voy a mejorar, que puedo mejorar, eres tan importante para mi que tan sólo tus palabras pueden sanar mis frustraciones. Cree en mi, en mi benevolencia."
Y tu me puedes decir con toda sinceridad "Estás haciendo mal, no estás haciendo lo que yo quiero, yo quiero que me tengas más consideración, yo quiero que te preocupes también por tu casa. No sólo por tu escuela. Te apoyo, pero apoyame también a mi. Pregúntame cómo estuvo mi día, invítame un café. Abrázame. También lo necesito. No importa mi edad, aún tiene un peso muy grande si alguien confía en mi, si alguien se da cuenta de todo lo que hago por esta familia. Si alguien ME AGRADECE."

Después de estos días decidí abrazar a mamá cuando veo su cara cambiar, cuando la quiero abrazar, cuando veo que lo necesita. Le digo que pasó en mi día y le cuento de mis amigos. La trato como un inquilino con el que tengo que ser amable y considerada, es el inquilino más especial de la casa. Le pregunto de su día, cómo si nunca antes la hubiera conocido. La verdad es esa, conozco a mi madre, pero a la persona que era antes de ser madre apenas la reconozco. Le pido me platique su historia favorita, su recuerdo favorito. A veces le hago preguntas y ella sonríe y me responde, sabiendo que aún sabe mucho más que yo. Muchas veces la veo con asombro cuando cocina, y siempre doy las gracias cuando acabo mi plato. Le pregunto ¿Cómo lo hiciste? ¡Dime tu secreto! Y así con pequeños pasos es que construyo una relación que pensé se había perdido por años.
Y sonrío. Por poder encontrar a esa mujer extraordinaria debajo de la gran capa que es ser madre, tan pesada y tan incomprendida.
Sigo sonriendo, gracias por escoger la calma.
Gracias por escoger la calma. Porque sigo sonriendo, han pasado casi 6 años y sigo sonriendo.
Los primero tres casi no se veía el cambio, pero sentaste las bases, sembraste tu tierra. Y al cuarto supiste cosechar la calma. Al quinto pudimos hablar. Estamos en el sexto año, y aún hay veces en que explotas, son pocas tengo que admitirlo y son tan sólo un tercio de lo dañinas que eran antes. Ahora que pasamos el proceso puedo comprender un poco mejor. Puedo perdonar un poco más. Puedo perdonarme por tanto odio que te aventé y tanto rencor que generé en mi misma.  Por tantas veces que también yo, en un error, llevé al extremo mi sentir y no me preocupé por controlarlo, haciéndome daño, haciéndote daño, a esta casa.


Esta es una parte importante de mi crecimiento, que bien pudo haber sido con mi padre o con mis hermanos, con cualquier ser en realidad, que me hubiera causado tanto dolor.
Ayer le pregunté a mi papá que si no había sentido miedo de tener una niña.
Me dijo que no, que después de dos hombres, él quería saber que se sentía criar una niña.
Y le pregunté: ¿Qué cambia, que es diferente?
Y el dijo: "Tú manera de querer, la manera en que demuestras tu cariño, la manera en que cuidas a los demás." 


jueves, 10 de mayo de 2012

Mi madre también es un ser humano.

Y como tal, está llena de faltas. Se equivoca.
Creo sinceramente, que el mejor regalo que le puedo dar a mi madre es mi perdón.
Mi amor ya lo tiene, también mi admiración. Y yo soy de esas que abraza cualquier día, sea festivo o no. Celebra cualquier día, no necesito un 10 de mayo, he tenido 11 de Febrero en que la invito a comer, he tenido 20's que le compro cosas, que le dibujo, que le pinto.
Y me pregunto hoy... qué le puedo dar, que sea extraordinario.
Que exija algo muy grande dentro de mi.
Mi perdón.
Mi madre es fantástica.
Pero también es un ser humano, y como tal, se equivoca.
Así que le ofrezco no guardar rencor alguno, y entender hasta mi máxima capacidad toda vez que que mi madre ha perdido el control sobre mi.
Toda vez que me ha golpeado.
A veces con ira, a veces con furia.
Todas la veces que me ha humillado.
A veces con ganas, a veces sin ellas.
Todas las veces que me ha lastimado,  lo tenga ella o no consciente.
Así que la veo, corro y la abrazo.
Y ella me dice que me quiere mucho. Y yo le contesto que yo siempre la voy a querer más.
Y en mi mente susurro que la perdono.
Porque mi madre es fantástica. Y el mejor regalo que le puedo dar es reconocerla como lo que es, un humano.
No una figura que debe ser perfecta, no un ideal.
Un humano. Mi madre es fantástica.

lunes, 7 de mayo de 2012

De la grandiosidad del pasto y las fresas.

Un tatuaje no me deja dormir.
Un signo me persigue.
Una mirada me persigue.
Estoy en el pasto.
Las hormigas me muerden. Es la primera vez.
Me importa de cero a nada.
Estoy en una hamaca de sensaciones. Me envuelven.
Son tantas y tan cálidas que no puedo evitar dormir.
Sueño.
Voy del verde de mi cabello al verde sobre la tierra.
Sueño.
Que todo en esta tierra vale y despierto queriendo jugar con las aves.
Cantan.
Yo no sé cantar, pero qué me importa, su canto me arrulla.
Siempre tengo esta sensación al despertar.
Pero no siempre esta sonrisa. Esta es específica.
Reacción a una única estela de sentimientos. Reacción única a un específico movimiento de manos.
Sueño. Con ojos bien abiertos. Estoy en un sueño.

viernes, 4 de mayo de 2012

Soy tan chingona que les voy a resumir a Freud:
El hombre busca felicidad.
Pero no la alcanza.
¿Qué es la felicidad? 
1.- Experimentar intensas sensaciones placenteras.
o
2.- Evitar el dolor y el displacer.

La felicidad surge de la satisfacción de necesidades acumuladas que han alcanzado elevada tensión. Por lo tanto, sólo puede darse como un fenómeno episódico.
Nuestra disposición está dirigida, entonces, a los efímeros momentos que nos dan felicidad. Pero esto no nos permite gozar sino el contraste. Así que sabemos gozar en muy escasa medida lo estable.
¿Qué quiere decir esto?
Que nuestras facultades de felicidad están limitadas.

"Todo sufrimiento no es más que una sensación, sólo existe en tanto lo sentimos y únicamente lo sentimos en virtud de ciertas disposiciones de nuestro organismo."

Primera reacción contra el sufrimiento: AISLAMIENTO VOLUNTARIO. Cabe destacar, que la única felicidad alcanzable por éste método de aislamiento es el de la quietud. Y es una solución únicamente para sí mismo. 


El arte de vivir persigue la independencia del destino y una vinculación afectiva con el mundo, este es el cumplimiento positivo de la felicidad (es decir, buscando ser felices por nuestras acciones y no sólo por evadir los sufrimientos,) ¿Entorno a qué giran? 
(Aquí viene el momento que todos esperaban)
AMAR Y SER AMADO.
(Después de todo, Freud también tiene algo de romántico.)
PERO (Claro que hay un pero) jamás nos hallamos tan a merced del sufrimiento como cuando amamos.