Empieza con jota
Con su vida de jardín que enverdece todo cuanto toca
Y lo llena de júbilo y vida.
Con su vida de jardín que enverdece todo cuanto toca
Y lo llena de júbilo y vida.
Empieza con jota de jarrito irrompible de cocina, en donde se come una jícama, la miro y pienso que empieza con jota de joya: invaluable, brillante, transparente.
Con la misma jota que va en medio del enjambre que es nuestro cariño, con la jota con la que se hacen los juramentos que no se enuncian, esos que dejamos enmedio de nuestras miradas.
Con la misma jota que va en medio del enjambre que es nuestro cariño, con la jota con la que se hacen los juramentos que no se enuncian, esos que dejamos enmedio de nuestras miradas.
Besos tus labios que se vuelven jarabe en los míos, por los que rompo el juramento de nunca decir nunca y pronuncio que nunca había sentido tanta alegría de compartir mi camino y mi mano como lo hago contigo, con tu jota de jugo mañanero que devuelve la energía.
De tus labios escucho los "jajaja" más fuertes, esos que llenan mi cuarto y resuenan en mi cama para acompañarme cuando no estás para pronunciarlos, con la jota que te encuentras en la enjundia con la que cada día afrontas tu increíble existencia.
Me miras con tus ojos juguetones
Y me dices que la vida está jodida,
pero nada puede estar tan jodido si estamos juntas
con jota de la justa medida.
Si estás aún en el mundo y me hablas de jamás decir jamás y aún luchar por justicia. Y tomamos esta munda en conjunto para hacerla nuestra día a día y en unos años jactarnos de que lo que construimos tiene cimientos de verdadera alegría y ser juezas de que lo vivido a lo lejos no parece más que un ramo de jazmines al punto de florecimiento, en ese tiempo único entre la primavera y el cielo, en esos campos joviales que apenas han de dar frutos, en esas jaulas que nos hacen creer que es la vida, pero que a fuerza de jirones logramos ir aflojando.
Y me dices que la vida está jodida,
pero nada puede estar tan jodido si estamos juntas
con jota de la justa medida.
Si estás aún en el mundo y me hablas de jamás decir jamás y aún luchar por justicia. Y tomamos esta munda en conjunto para hacerla nuestra día a día y en unos años jactarnos de que lo que construimos tiene cimientos de verdadera alegría y ser juezas de que lo vivido a lo lejos no parece más que un ramo de jazmines al punto de florecimiento, en ese tiempo único entre la primavera y el cielo, en esos campos joviales que apenas han de dar frutos, en esas jaulas que nos hacen creer que es la vida, pero que a fuerza de jirones logramos ir aflojando.
Nos vamos abriendo.
Empieza con jota de jaguar, del rugido que es su existencia ante un mundo lleno de caza, con la jota que viaja entre júpiter y japón, y nuestra manera tan única, tan nuestra de inventar nuevas formas de querencia, porque las que ya estaban no nos alcanzaron para los lazos que anudamos cuando decidimos entrelazar nuestras vidas.
Empieza con jota, con o, con ese. Con ese rasgo único de tu risa y tus lunas.
Con los aprendizajes que has recolectado en tu canasta propia de vivencias y que has de significar con los días.
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