No me gustan las barreras
no me gusta ser cautelosa
me gusta cuando entran sin pedir permiso
me gusta cuando me enseñan su vida
sus amigos, su cama, sus paredes pintadas
todo habla de ustedes, de ustedes y de su refugio
me gusta conocer siempre los cuartos, las casas,
las trincheras personales
desde donde luchan y se conectan
y se conecta luchando, y se conectan amando
no me gusta poner obstáculos
ni tener medidas de tiempo
no me gustan las reglas
ni me gusta sopesar si debo o no confiar en cada persona nueva
yo confío
siempre confío
casi siempre me va bien, a veces me rompen en pedacitos
pero incluso rota, me siento contenta
porque sigo siendo yo, así rota, así confiada, así herida, así...
mía
lastimada y radiante, siempre mejor que alejada y segura
me gusta abrirles las puertas siempre
confiar en ustedes
que me cojan en mi cama y vean mis paredes rayadas
y vivan en la luz que vivo
y miren mis recuerdos como fotografías que cuelgan
y pregunten
me gusta que vean mi casa, que no importe el tiempo
que no pensemos demasiado en si vamos rápido
me gusta ir rápido
me gusta ir lento
me gusta en realidad, no pensar en que velocidad voy teniendo
(o si la voy subiendo)
me gusta que se detenga
(el tiempo)
en sus ojos, en sus manos, se detiene en sus risas
en su vida, pues, se detiene cuando encuentra vida.
No me gustan las barreras,
odio los obstáculos, ser cautelosa,
tener cerrada la puerta.
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