martes, 15 de julio de 2014

Hoy me he despertado de lo peor.
Sentido de lo peor.
Fingido hasta la punta de los dedos.
Hoy es el último día que soporto esto.
Ayer un único pensamiento acechaba mi mente:
Yo no nací para amar. Y no sirvo para ello.
No me sé entregar.
No me sé arrojar al vacío por amar.
No se hacerlo y quizás ni me interese aprenderlo.
Escribo todo esto con los dedos llenos de quemaduras.
Dos moretones me lo recuerdan día y noche.
Las noches son las peores.
Carajo. Carajo y las quemaduras.
La rabia, es la peor, las noches y ese pensamiento.

Eres el constante recuerdo de mi derrota y no se sí te es
placentero serlo o simplemente no te das cuenta.
También tú me lastimas. También tú tienes ese poder sobre mi y no lo mides ni lo tratas con tacto.
Publicas y me hieres. Escribes y me hieres.
Acaso eres tú la única con derecho a sufrir ese fracaso de relación?
Soy un papel en blanco al cual no se le permite escribir su historia, sea la vieja o la nueva.

Hoy he amanecido de lo peor.
Llagas en los brazos.
Las quemaduras del cigarro.
Los moretones.
El pensamiento que no me deja en paz ni un segundo.
No se sentir un amor desmedido.
"Soy sólo el intento..."
Y te aseguras de recordármelo diario.
También yo he llorado, mujer.
También me ha costado un duelo perderte.
También yo siento el dolor, la frustración y el vacío en el pecho.

Nada me da calma.

A la chingada todo, he decidido hoy.
A la chingada.
Merezco ser más que el intento.
Merezco la oportunidad de ir por ello.
Soy más que los fracasos que me siguen en caravana.
Soy más que la relación que no pude salvar.
Siento más que lo que haces parecer y no tengo por que
soportar ser juzgada ni ser expuesta como el verdugo.
No eres víctima.
Ni yo dicté sentencia.
Y me voy a la chingada, gracias por todo.

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