sábado, 30 de agosto de 2014

Mi querida Shantal:

No te alejes del centro de mi pecho, no me hagas sentir tu ausencia.
Pequeña, no eres pequeña, eran grande, tan grande que me cabes en el pecho.
Te quiero, de qué manera he de escribirlo?
Te quiero es una palabra que no me alcanza.
¿Acaso no puedes verlo?
Tu conociste mi alma, me diste la tuya, te quiero porque te veo.
Porque fuiste transparente y sincera. No me olvido de ti, ni un momento.
Porque te quiero, como sólo a ti podría quererte.
Porque vivimos llenas de luz, cuando el mundo recetaba apatía y oscuridad.
¿Habrá una manera de llegar a ti, estando yo tan lejos?
Me haces feliz, te quiero cerca, y sobre todo, estás dentro de mí.
Te quiero, te quiero, te quiero.
Te quiero.
Sé que por ahora puede significar nada para ti porque estoy con alguien más.
Pero no te fijes en con quién estoy ahora, por favor, no escudriñes los detalles ni compares como soy con como era, no compares, por favor, la relación que tengo con la que tuvimos, nada de lo que siento ahora cambia lo que sentía contigo, lo que vivimos, nada tiene que ver mi enamoramiento con lo que construimos.
Para mi son cosas distanciadas, te adoro, en serio te adoro, adoro tu alma, adoro tu fuerza, adoro que por muy cansada que estés de la vida sabes tender tu mano a alguien más, te veo, te conozco, y carajo, te adoro.
Eres en mi, y quiero ser contigo.
Si te alejas y decides dejarme atrás, he de vivir con ello.
Sólo ten la amabilidad de compartirme ese pensamiento, pues preferiría saberlo que esperar por ti con este dolor en el pecho, que es ciertamente pura tortura.
No quiero que mi vida siga su camino sin ti, te quiero dentro de ella, siempre será así.
Pero sabes que no soy de las que buscan, en cambio, soy de las que esperan.
Y podría esperar por esta amistad, por ese lazo único que hemos creado en casi 3 años, por mi equipo, por mi amiga, por mi compañera de trabajo, de vida, por aquella a la que le cuento mi día y sabe ver las luces dentro de mis historias. Podría esperar por ti lo que quisieras.
¿Pero y si no volvieras?
No me dejes con este dolor en el pecho, que ciertamente es tortura.


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